Fue condenado por abusar de su hijastra durante cinco años

La denuncia fue realizada el 1 de junio de 2015 por la abuela y la tía de la menor en la Comisaría de la Mujer y la Familia. A pesar de habérselo contado a su madre, ésta no le creyó. El pasado 22 de junio fue puesto en prisión preventiva un hombre de 38 años que violó en reiteradas oportunidades a su hijastra, cuando la pequeña tenía apenas 5 años. El abuso continuó hasta que la menor cumplió 10 años, en una vivienda ubicada en la localidad de Manzone.  En el caso trabajó la fiscal Carolina Carballido Catalayud, quien en la audiencia de debate solicitó una pena de 15 años por considerar al hombre “autor penalmente responsable del delito de abuso sexual simple en concurso real con abuso sexual con acceso carnal, ambos agravados por ser cometidos contra una menor de 18 años aprovechando la situación de convivencia preexistente”. Por otro lado, la defensa del condenado, había solicitado la absolución. Tal y como expresa la sentencia, se ha tomado declaración a la víctima a través de la Cámara Gesell, en donde la pequeña especifica que su padrastro abusó de ella manteniéndola amenazada verbalmente e incluso a través de los golpes. El relato de la pequeña resulta desgarrador, a medida que cuenta detalles del calvario que debió vivir por cinco años y que, a pesar de habérselo contado a su madre, ésta no le creyó. “Y si yo le decía a mi mamá, él le decía que no me crea, porque yo era la que hacía todo eso. Que yo tenía toda la culpa; Nada, (refiriéndose a su madre) decía que le creía nomas”. La tía de la pequeña declaró que ésta le había confesado que el padrastro había manifestado deseos de tener un hijo con la menor y “que a su mamá la iba a dejar porque ella era más linda”. Según los psicólogos profesionales el testimonio resultó consistente con las evaluaciones médicas realizadas. Uno de ellos explicó que el relato de la menor fue "claro, detallista y conciso, presumiendo su verosimilitud ya que se condice con las emociones manifestadas en la entrevista" (sic), y que la misma presentaba además "signos y síntomas de estrés postraumático compatibles con los hallados en la bibliografía de abuso sexual infantil". A pesar de que el imputado intentó traslucir la idea de que la menor mentía asegurando que “siempre tuvo conductas raras, se metía en la cama me empezaba a tocar a mí” y que niega “rotundamente el abuso del que se me acusa.”, el hombre ha sido condenado a 15 años de prisión.