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La semana pasada prestaron declaración a la Justicia los tres imputados en la causa por el asesinato del hombre que denunciaba fiestas clandestinas en La Lonja. También se realizaron pericias psicológicas y de balística.
El 8 de octubre se cumplieron dos años de la muerte de Gabriel Eiriz, el hombre que fue asesinado en su propia casa, luego de recibir reiteradas amenazas por denunciar fiestas clandestinas en La Lonja. La semana pasada declararon los tres imputados en la causa, previo a lo cual también se realizaron nuevamente pericias de balística y psicológicas.
Los tres involucrados que se presentaron recientemente a prestar declaración a la Justicia son una policía federal, el inquilino de la quinta que organizaba las fiestas clandestinas, y la propietaria de ese terreno, quien es además, según asegura la familia de la víctima, quien mandó a amenazar a Eiriz.
Las amenazas fueron efectuadas por el lapso de dos meses por la prima de la propietaria, quien es además policía federal. La oficial está de hecho imputada en dos causas: la de las denuncias por las amenazas, que Eiriz radicó en vida, donde está involucrada por coacción agravada. Por otro lado, la causa por el homicidio.
Desde entonces, la familia de Eiriz reclama que esa oficial sea apartada de la policía. “Es indignante que esto lleve tanto tiempo. Mientras ella sigue ejerciendo en la fuerza pública, con este antecedente puede llegar a hacer cualquier cosa”, le dijo a Resumen Gustavo, el hermano de la víctima.
Por otro lado, también se realizaron nuevamente las pericias de balística, para determinar hechos como el tipo de arma y la forma en que se efectuó el disparo. También se realizaron las pericias psicológicas a los tres imputados, todo esto entre julio y agosto. Sin embargo, los familiares de Eiriz aún no pudieron acceder a los resultados. “Queremos ver en base a esto qué determina la fiscal (Cecilia Chaieb)” añadió el hermano.
El caso. Gabriel Eiriz, de 41 años, fue asesinado el 8 de octubre de 2013 de dos balazos en la cabeza en la puerta de su casa de La Lonja. Los vecinos escucharon los disparos, y al llegar al lugar, se encontraron dos hombres que escapaban y el cuerpo de Eiriz tendido en el piso.
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