Asesinaron a su hijo y le ofrecieron 200 pesos como “reparación del daño causado”  

Nicolás tenía 16 años y volvía a su hogar después de bailar. Una patota lo increpó y un menor lo golpeó con un ladrillo, provocando su muerte. El autor del crimen, está libre.   En febrero de 2016, Nicolás Berdala de 16 años fue asesinado brutalmente cuando volvía a su hogar en el barrio Agustoni. El adolescente había salido a bailar y en el regreso se cruzó con un grupo de jóvenes de su mismo barrio que comenzó a atacarlo. Uno de ellos, que era menor de edad, le golpeó la cabeza con un ladrillo. Nicolás falleció una semana después tras haber quedado internado con asistencia respiratoria debido a una muerte cerebral en el Hospital Privado Nuestra Señora de La Merced, en Tres de Febrero. Previo a esto, su familia lo había llevado al Sanguinettti. Han pasado tres años del trágico hecho que la familia tuvo que soportar, pero ahora, los responsables de la muerte de Nicolás han ofrecido 200 pesos a modo de “reparación del daño causado”. En la causa, que fue caratulada como “Lesiones leves calificadas” hay tres implicados pero solo uno de ellos, un menor de 17 años fue el asesino de Nicolás. Norma Zuasnabar, madre del adolescente, realizó su descargo en redes sobre la citación. “Estas tres personas, por no decirles otra cosa, piensan que la vida de mi hijo tiene precio o que su conciencia vale eso. Para mí no es una lesión leve, para mí es una pérdida irreparable. Señores la muerte de un hijo no es leve. Hayan sido o no los que le pegaron a Nico, estaban ahí y no frenaron a L.A.M.N para que no le pegue el piedrazo que le rompió la arteria de la cabeza a mi hijo”, escribió. El martes, Norma se hizo presente en el Juzgado para rechazar el dinero ofrecido por la reparación del daño por parte de los tres imputados mientras declaró que “no hay cifra que repare la muerte de un hijo”. [blockquote footer=""] “Nos cruzamos con todos los culpables, somos mirados por los familiares y amigos de ellos, como si nosotros tuviéramos la culpa”[/blockquote] Norma debe soportar a diario ver la cara del asesino de su hijo que, no solo vive a siete cuadras de su hogar a pesar de que había sido condenado a cinco años de prisión. “Dónde están los cinco años que le dieron con régimen cerrado, si mientras estaba en un correccional salía cada 15 días y hoy cuenta con esa libertad”, expuso. Es que su familia, cuenta Norma, debe enfrentar malos tratos e intimidaciones de los allegados del asesino de su hijo, que buscan que sea su familia la que abandone el barrio. “Nos cruzamos con todos los culpables, somos mirados por los familiares y amigos de ellos, como si nosotros tuviéramos la culpa. Nosotros perdimos a Nicolás, ya no lo vamos a tener más, ellos siguen con su vida, festejando cumpleaños, Día del Amigo, Día de la Madre, Día del Padre. Nosotros ya no podemos festejar nada con Nico, solo nos queda llevarle flores al cementerio y su recuerdo”, cerró.