Cleopatra añora las facturas de La Perla del Pilar

Después de las tareas en la Sala Lope de Vega me dirigí al Club Unión donde fui recibido por el gran chef Alesio Ferau con unos deliciosos fideos y de postre el consabido helado. La charla con los amigos se extendió hasta la medianoche. Puse rumbo hacia mi casa por la calle Rivadavia donde mis oídos fueron atormentados por el paso de una moto con escape libre y pensé en el daño que recibiría mi sentido auditivo y reflexioné que después de tantas denuncias públicas en esta columna por la salud contra los ruidos molestos, y ante la falta de medidas contra esta agresión gratuita, lo mejor sería ahorrar algunos dinerillos para comprar un audífono en el futuro, otra no queda. Finalmente llegué a mi casa y me instalé en el living donde Cleopatra dormía plácidamente porque la noche estaba bastante fresca. Cuando descubrió mi presencia se acercó y empezó a rondarme moviendo la cola. Viendo que me había desparramado en mi sillón verde, el noble animal se tiró a mis pies esperando que le cuente alguna de mis historias. Me zambullí en el túnel de los recuerdos y vino a mi memoria la panadería del inolvidable “Gordo” Daneri y Rodríguez, que estaba ubicada en la calle San Martín casi esquina Lorenzo López, donde actualmente funciona un negocio de telefonía celular. Allí con mi madre, la Chocha Perazzo, comprábamos duIce de leche suelto que nos envolvían en papel manteca a la salida del cine, por supuesto después de terminar la función de la tarde. Además del pan, las exquisitas facturas y masas finas que gentilmente nos entregaba Angélica, que en esa época despachaba el mostrador. Cuando vivía el "Gordo" Daneri se vendían figuritas y el álbum para coleccionarlas se conseguía con 40 sobres de las mismas y además se obsequiaba con una foto del equipo que uno solicitaba. El “Gordo” que me conocía por la amistad que tenía con mi padre y por ser de la cofradía de San Lorenzo de Pilar, pero que era hincha fanático de Boca, siempre me regalaba una foto de los jugadores de su club favorito. Cuando falleció el “Gordo” siguió con la panadería don Sabino Rodríguez, hasta que después de muchos años ese local se cerró. El hijo de Sabino, el conocido "Coco" Rodríguez, siguió con el rubro de panadero, tratando de recrear el oficio, intentando nuevas posibilidades, como la de sacar camadas de factura fresca en distintos horarios del día y mejorando la atención al cliente, en sus locales de Tomás Márquez, y San Martín e Independencia. Pero lamentablemente el local de San Martín e Independencia se ha cerrado hace algunos días desapareciendo un negocio tradicional como fue La Perla, del cual yo era cliente. Agotado por las tareas diarias decidí retirarme a descansar. Ya en la cama escuché los dos ladridos de Cleopatra mientras pensaba que en tan poco tiempo dos negocios tradicionales como el del “ilustre” Busquets y la panadería de “Coco” Rodríguez habían desaparecido y con ellos un trozo de un Pilar que va quedando en estas humildes páginas como un recuerdo histórico de la vida cotidiana, que aún la nostalgia trata de conservar ante los inminentes cambios que se ha producido y que se producirán. Jota O.

Homenaje a Titi Villar A un año de la partida de nuestro amigo y columnista, Jorge “Titi” Villar, desde la redacción de Resumen decidimos a modo de homenaje compartir una de sus recordadas columnas de Cleopatra que Jota O., tal como las firmaba, entregaba viernes a viernes. Hoy, compartimos “Cleopatra añora las facturas de La Perla del Pilar”, publicada el 18 de abril de 1997.