Viernes 22 de Noviembre de 2024

En Hiroshima la bomba atómica no pudo, en Pilar el descuido, la indiferencia, la ineptitud y la inoperancia, si pudieron


  • Domingo 07 de Abril de 2019
Imagen del articulo
Señor Director: El Ginkgo Biloba es un árbol único y sin parientes en el mundo, un fósil viviente. Es un árbol sagrado en China y Japón, su origen se remonta a 270 millones de años, es longevo ya que su edad puede llegar a los 1000 años. En el año 1945 se lanzó una bomba atómica sobre la ciudad de Hiroshima (Japón), el único árbol que sobrevivió fue el Ginkgo Biloba, de ahí se lo conoce con el nombre de "Portador de la Esperanza". Este ejemplar hoy se mantiene vivo, está frente a un templo y en su pie hay una inscripción que dice: No más Hiroshima. En Pilar, en la Plaza 12 de Octubre, en el año 1961 se plantaron 112 ejemplares, dispuestos en dos hileras de 14 por cuadra, intercalando los dos sexos para una correcta polinización. Años después se sacó la primer hilera para permitir el estacionamiento de autos alrededor de la plaza. De a poco los ejemplares que habían quedado, 14 por cuadra, se fueron enfermando y deteriorando por la invasión progresiva del clavel del aire, que es una planta epífita perteneciente al género tillandsia. Esta maleza fue cubriendo sus ramas, entrando en competencia con el árbol, quitándole luz y oxígeno, por ende debilitándolo y generando que se enferme más fácilmente. Para que el árbol atacado pueda sobrevivir se requiere que periódicamente (en invierno) se haga una poda sanitaria y limpieza, retirando las ramas secas y la mayor cantidad posible de claveles del aire. En el año 2011, luego de reiterados reclamos al sector de espacios verdes de la Municipalidad, conseguí que se haga una limpieza de los claveles del aire. Este trabajo se debería haber continuado en los años siguientes como mínimo cada dos años. Pese a los continuos reclamos que efectué en diferentes sectores del Municipio, para que se haga la limpieza, no conseguí que se repitiera lo que se realizó en el año 2011. Advertí el final que iban a tener los ginkgos sino se realizaba el trabajo solicitado, no fui escuchado. Esta situación se agravó cada vez que se ubicaron al lado de estos ejemplares puestos de comida, ya que más de una vez recibieron aceite y agua caliente proveniente de esos puestos, también se los utilizó como sostén de carteles y luces, hiriéndolos con clavos y alambres. Ningún funcionario municipal advirtió las consecuencias de estos actos, ni hicieron controles para que no suceda (me refiero a funcionarios de esta administración y anteriores). Hoy ya es tarde, solo quedan ocho Ginkgos Biloba originales en buen estado, los demás están secos o a punto de morir, generando una sensación de impotencia y bronca al ver a estos fósiles vivientes secándose en la Plaza Central a la vista de residentes y foráneos. En los años 2015 y 2016 se plantaron algunos Ginkgos nuevos en reemplazo de otros que se habían secado, hace pocos días a ocho de ellos (están frente a la parroquia) los mutilaron, haciéndoles una poda incorrecta. Otros cinco (nuevos) están en malas condiciones por habérseles quebrado la rama principal, producto del vandalismo y por no haberlos protegido con tutores. Los Ginkos Biloba no se secaron, como se dice por la polución ambiental, se secaron producto del descuido, de la indiferencia, la desidia, la ineptitud y la inoperancia de los funcionarios municipales que han ocupado un puesto como responsable de los espacios públicos sin suficiente capacidad y conocimiento para realizar las tareas en el área a la que fueron designados políticamente por el intendente de turno. Lamentable final. Jorge Mengoni

Dejar un comentario

Los campos marcados son requeridos *