Estamos todos juntos en el sistema político tratando de vivir un poco mejor, hay que entenderlo, por eso la democracia es también respeto por la diferencia, al que piensa distinto, no siempre es fácil aceptar. Es nuestro deber moral de convivencia y progreso, nos conviene; para no perder tanto tiempo en discrepancias estériles y triviales que no conducen a nada.
Es mejor una sociedad plural que una uniforme; en la universalidad está el crecimiento general, todos se benefician en la interacción, nos enriquecemos en la diversidad. Hay progreso, es la apertura “open society”, como se suele decir, sociedad abierta. Igualdad de oportunidades como ocurrió en otros países, tonifica la cultura. De ahí la necesidad de un estado moderno ocupado del cumplimiento de los tres poderes. “Donde no hay justicia es peligroso tener razón ya que los imbéciles son mayoría” (Quevedo).
Se les debe recordar a los políticos que el liderazgo hay que ratificarlo todos los días, con esfuerzo, dedicación y mucha humildad.
Evitemos el relato de las dictaduras con ideologías de circunstancias, lleno de imágenes, con frases hechas, donde se produce una degradación social, con pérdida de oportunidades, sobre todo en educación, salud y negocios; que nos conduce al caos, sufrimiento y pobreza.
El estado debe tener un nivel de exigencia inicial en los niños, debe haber una muy buena formación de base, prepararlos para que no haya un verdadero quiebre que es la falta de entusiasmo y la pérdida de la confianza.
La universidad debe acercarse a las escuelas medias para homogeneizar y orientar los planes. Los problemas complejos no tienen más una respuesta lineal, debe ser sistémica. Las empresas deben estar con la universidad para mostrar su demanda; se debe actuar en sintonía. Hay que cambiar la modalidad de enseñanza y sus contenidos, así cambia el perfil de todo. Debemos instalar un movimiento de cambio progresivo comenzando con los niños, pues si no hay resistencia y puede ser traumático, ya que hay profesores muy buenos pero desconfían del cambio.
“Blended learning” es bueno para enseñar, se refiere a la combinación del trabajo presencial (aula) y del trabajo en línea (combinando internet y medios digitales). Donde el alumno puede controlar algunos factores como el lugar, momento y espacio de trabajo. Se puede entender como la combinación eficiente de diferentes métodos, modelos de enseñanza y estilos de aprendizaje. La educación es el reservorio del progreso. Se ve en la sociedad actual que en la secundaria se insiste con enseñar el nombre de ríos o de reyes europeos o la altura de alguna montaña, cuando lo que necesitan es conocer el mundo actual en el que viven y su complejidad cultural, económica y social para tener herramientas actualizadas. Lo otro si lo necesitan lo sacan de Internet.
Hace 2500 años, Pericles decía en Grecia que el único fin de la polis (ciudad estado) era asegurar al ciudadano la libertad, la justicia y el completo desarrollo de su personalidad. Todo poder público emana del pueblo y se instala para beneficio de éste. La democracia es una doctrina política según la cual la soberanía pertenece a todos los ciudadanos y enuncia la vieja frase: el gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo. Los ciudadanos eligen con distintos sistemas sus gobernantes. La autoridad máxima la ejercen los representantes del pueblo elegidos por sufragio universal. Estos tienen la obligación de trabajar para el pueblo que los eligió y se les paga para eso. Defender sus intereses y legislar las leyes.
Para iluminar el tema decimos que un régimen democrático es aquel que realmente asegura a las personas sus garantías individuales, un mínimo de seguridad económica, la separación de las funciones legislativas, ejecutivas y judiciales, así como el pluralismo ideológico. No hay otro camino.
Por Guillermo Pellegrini
Maestro Normal y Lic. en Ciencia Política
Socio de Rotary Club Pilar
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