Por Gustavo Giacomo, economista
A los cinco días hábiles las entidades financieras que emiten tarjetas informan al Banco Central de la mora de su cliente. Esta modalidad los habilita automáticamente a cortar la tarjeta. La idea, es meter mayor presión al deudor. Además, endurecen el pago mínimo: algunos bancos ya recargan entre el 20 y 25 por ciento a la fórmula que calcula el pago mínimo. Buscan de esta manera, forzar al cliente a achicar la deuda lo más rápido posible.
Cómo los bancos saben que la mora está creciendo, también están ajustando los pagos mínimos que tenían un recargo de entre el 5 y 10 por ciento sumados a la fórmula que establece el cálculo para determinar el pago mínimo y, ahora pasaron a entre el 20 y 25 por ciento. Las entidades financieras tienen en claro que debido a la situación económica actual la gente comienza a revolear (por hacer revolving, que es como se llama en la jerga financiera a pagar el monto mínimo) y posiblemente caigan en mora, entonces suben el pago mínimo para forzarlo a pagar más y a achicar la deuda, de modo de reducir el impacto de una posible mora. Claro que esto hace caer aún más el consumo, porque hoy la gente está usando la tarjeta para pagar la comida de todos los días en los supermercados.
Para que quede bien en claro y aunque uno no esté de acuerdo con ese proceder, si uno no realiza el pago mínimo los bancos están facultados a inhabilitar el uso del plástico (tarjeta) a partir de ese evento. Es como si quisieras sacar un nuevo préstamo pero tenés una cuota vencida impaga de un préstamo anterior. Si no pagas el mínimo, entrás en categoría moroso: hasta que no regularices no podés sacar un nuevo crédito, ya que usar la tarjeta es como obtener un nuevo crédito del banco. En la actualidad, con altas tasas vigentes y la restricción a nuevos créditos que existe en el mercado, las entidades financieras (bancos) quieren evitar que por un uso excesivo de la tarjeta el saldo se convierta en impagable.
Por eso cortan de raíz la posibilidad de seguir usándola si no tenés capacidad de realizar el pago mínimo. Los bancos saben que si tenés dificultades financieras, no llegas a pagar el pago mínimo, no hay otras alternativas donde financiarte ya que se redujeron drásticamente los nuevos financiamientos, entonces se ven tentados a usar la tarjeta más que antes. Con lo cual, si no se paga el mínimo las entidades saben que se va a sumar todo el saldo anterior, más lo nuevo que consumís, más los intereses compensatorios y punitorios. Por lo tanto, saben que el mes siguiente también va a ser difícil que llegue el cliente a cubrir el pago mínimo, por lo cual se empieza a formar una bola de nieve financiera, ergo, la cortan de raíz más rápido que tarde.
El tema es redundante y cuando surgen crisis como la actual, los bancos reducen los límites máximos de financiación a los que ya tienen tarjetas de crédito, y si están muy cerca del límite máximo hacen que la tarjeta no sea útil. Por otro lado, también restringen el crédito porque la inflación le quita poder de pago a los que solicitan nuevos créditos. Además, cancelan los descubiertos en cuentas y todo esto produce lo que se denomina credit crunch (restricción al crédito), que agudiza aún más las crisis crediticias.
La situación actual es producto de la cautela que tienen los bancos respecto al aumento en la morosidad de sus carteras. Aquellos bancos que también tienen vinculados negocios de crédito al consumo les ha impactado más la crisis. Además, a los clientes de tarjeta de crédito se les ha subido el pago mínimo, esto es debido a que han bajado su capacidad prestable.
Por lo tanto, así como los equipos comerciales de los bancos hace un par de meses estaban enfocados en vender (entregar tarjetas), hoy esos mismos equipos a través del área de call centers se están concentrando solamente en cobrar. Con lo cual, cualquier indicio de mora en los pagos está acompañado de iniciativas legales (carta documento) para asegurarse la prioridad de pago del cliente.
Haciendo números
La operatoria general a través de tarjetas de crédito sufrió una baja en el mes de febrero respecto al mes anterior del 2 por ciento. Cabe aclarar que muchos usuarios que optan por este tipo de financiación se vieron obligados este último tiempo a pagar solo los pagos mínimos, esto más el Costo Financiero Total (CFT) cercano al 100 por ciento sobre los saldos que quedan impagos. Por lo tanto, debido a este escenario los bancos no tan sólo podrán límites al uso del plástico (tarjeta) sino que también achicarán cada vez los plazos de vencimiento.
También, las tarjetas registraron una caída en sus saldos en moneda extranjera en enero del 29 por ciento, reflejando la mayor baja del uso del plástico (tarjeta) de los últimos meses. En cuanto a su baja interanual fue del 48,15 por ciento.
Credit crunch. Es una contracción crediticia fruto de una crisis financiera donde se impone una restricción severa del crédito por parte de los bancos o por el endurecimiento de las condiciones de acceso a los préstamos por parte de éstos. En el caso puntual de la Argentina los bancos utilizan este sistema para evitar un alto porcentaje de moras y deudas basura por efecto de la crisis económica por la cual atraviesa nuestro país.
Dejar un comentario