Una oleada de excarcelaciones invade el ánimo del común de los ciudadanos, que en el pasado reciente asistieron al reiterado espectáculo de variadas detenciones vinculadas a la presunta comisión de delitos en causas por corrupción.
Cuando todavía se comentaba el exótico pronunciamiento de los camaristas federales Jorge Ballestero y Eduardo Farah, que hizo posible la liberación de Cristóbal López y Fabián de Sousa, la justicia siguió sorprendiendo. Recordemos que ese fallo dejó de lado a un protagonista central del fraude al Estado Nacional, el ex–responsable de la Afip Ricardo Echegaray. Además, cambió, sin que lo solicitaran las defensas, la carátula de la causa apuntando a la evasión de impuestos en lugar de la figura imputada originalmente de fraude agravado. Ello, se concretó alzándose contra una decisión anterior del Tribunal Superior, la Cámara de Casación Penal, que había tipificado el delito como fraude agravado.
Ante este fallo, la Corte Suprema intentó despegar rápidamente del mismo. Para ello, solicitó al Consejo de la Magistratura que investigara porqué el camarista Ballestero no procedió al sorteo de un tercer juez, ya que nombró a dedo al camarista Farah, especialista en lectura veloz.
Es así que en la madrugada del sábado 24 el Tribunal Oral Federal Nº 8 a cargo de las juezas Sabrina Namer y Gabriela López Iñiguez, en sintonía con lo dictaminado por la fiscal Gabriela Baigún ordenaron la excarcelación de Carlos Zannini ex– secretario legal y técnico de la Presidencia y Luis D’Elía ex–subsecretario de tierra y vivienda. Ambos desempeñaron sus cargos durante la gestión kirchnerista-cristinista.
Más tarde, liberaron a Jorge Yussuf Khalil acompañante de “militancia” de D’Elía. La decisión judicial, conocida en las primeras horas del feriado del fin de semana, tuvo que ver con la causa en la que se debate la comisión de posibles delitos vinculados al pacto con Irán. La oportunidad de esas liberaciones revela, según algunos pocos, el celo y dedicación en la tarea judicial. Para otras fuentes confiables, tuvo más que ver con permitir que los liberados pudieran asistir a la marcha a desarrollarse en Plaza de Mayo por la tarde. Pareciera que las renuncias de Gils Carbó y Garrigós de Rébori a sus cargos judiciales, no hicieron mella en esa organización kirchnerista-cristinista informal de la justicia denominada “justicia legítima”.
Esa concentración tuvo lugar para recordar y repudiar 42 años después el golpe militar acontecido en 1976. En un acto, atravesado por las furibundas y fanatizadas críticas al gobierno que encabeza el Presidente Macri, no faltaron alusiones al caso Maldonado y aunque cueste creerlo se escucharon palabras alusivas respecto de las “víctimas” del submarino ARA San Juan. Asistieron la Cámpora, la ya por todos conocida izquierda progresista vernácula, organizaciones piqueteras y organizaciones de bregan por los derechos humanos. Del peronismo no se visualizó a ningún exponente reconocido. Tampoco aparecieron sindicalistas con aspiraciones políticas.
Es así, que Boudou liberado semanas atrás, Zannini y D’Elía intentaron con sus arengas, parodiar a partir de sus liberaciones un decadente 17 de octubre. Aludieron a la “persecución política y judicial” por parte del macrismo. También se refirieron a la “causa nacional y popular” y a las “luchas por la liberación”. Claro, no aclararon de quien o quienes nos tenemos que liberar. Son figuras fracasadas que pretenden evocar la frustración y violencia setentista. Como se advierte, el tormentoso frente judicial promete por largo rato seguir desconcertando y tal vez sembrando angustia en la ciudadanía. A ello se suma la promoción que hizo el Presidente Macri de Inés Weimberg de Roca, figura ajena a la corporación judicial, para ocupar la Procuraduría General de la Nación.
En lo económico, a partir de un Instituto Nacional de Estadística y Censos creíble, el Producto Bruto Interno nacional creció durante el 2017 un 2,9%. El PBI representa el conjunto de bienes y servicios que produce un país. La tan mencionada inversión creció un 11,3% interanual y representa un 14% del PBI. El desempleo bajó al 7,2%. Se crearon muchos puestos de trabajo, pero aún quedan 3,4 millones de argentinos que tienen problemas de empleo.
Es cierto que el endeudamiento es un tema para que el gobierno de Cambiemos se preocupe y se ocupe. Pero no es menos cierto que en estos dos años y medio, mucho se ha hecho en materia de recuperar para nuestra querida Argentina parte de la infraestructura robada durante muchos años. La pobreza bajó al 25,7, cifra que indica una tendencia positiva pero aún falta muchísimo para lograr una sustancial reducción. Cabe señalar, que el “gobierno para los ricos” logró generar acuerdos con los laboratorios nacionales y extranjeros encaminados a abaratar los medicamentos para los afiliados al PAMI. Aún, los índices de inflación si bien no suben respecto del pasado tampoco disminuyen al ritmo deseado, por lo que se debe persistir trabajando para que ello suceda en un futuro no muy lejano.
El próximo martes 2 de abril se cumplirán 36 años del desembarco argentino en las Islas Malvinas, que derivara finalmente en la guerra del Atlántico Sur contra Gran Bretaña por la posesión de esa tierra. Dejando de lado la irresponsable y lamentable conducta de los dirigentes militares y cívicos que llevaron a la Argentina a cometer semejante disparate, debemos rendir un justo y permanente homenaje a todos los argentinos que fueron a combatir a las islas.
El lunes 26 de marzo del corriente año, viajó a las Malvinas un nutrido grupo de familiares de 90 soldados enterrados en el cementerio de Darwin. Estos soldados fueron identificados de entre 121 cuerpos que fueran sepultados por los ingleses con la desoladora leyenda “soldado argentino sólo conocido por Dios”. La tarea de identificación pudo concretarse gracias a diez años de trabajo, desplegados por el soldado argentino Julio Aro, el coronel británico Geoffrey Cardozo y la periodista Gabriela Cociffi. Ellos lograron para concretar su ejemplar proyecto, la inestimable colaboración de la Cruz Roja Internacional y del cuerpo argentino de Antropología Forense.
Este proceso tomó un impulso decisivo a partir de la llegada al poder del gobierno de Cambiemos, ya que durante la década ganada o pérdida no hubo diálogo entre los gobiernos de ambos países. Más de doscientos familiares lloraron, confraternizaron y pudieron poner una flor en la tumba de sus seres queridos, nuestros héroes por siempre. El emotivo acto terminó con un cerrado aplauso para el coronel inglés Cardozo. Esto se pudo concretar gracias al diálogo desarrollado por los enemigos que se enfrentaron en 1982. Ese diálogo fruto del respeto mutuo, hizo posible abrir los corazones para luego abrir las manos y estrecharlas profunda y sinceramente. Es dable esperar que, siguiendo este maravilloso ejemplo, los argentinos todos nos inspiremos para concretar el tan postergado y merecido homenaje a nuestros nobles héroes combatientes.
Fernando Robles
Analista político y economista
www.fernandorobles.com.ar
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