El promedio dio un 1,32 por ciento negativo respecto de 2017. Desde SCIPA afirmaron que hay una tendencia a la caída para los próximos meses y que la mayor preocupación son los masivos cierres de locales.
El mes de julio volvió a dejar un saldo negativo en las ventas de nuestro distrito y, a pesar de las esperanzas de los comerciantes el promedio fue de 1,32 por ciento negativo en comparación con 2017.
Según los datos aportados por la Sociedad de Comerciantes, Industriales Propietarios y Afines de Pilar (SCIPA), el rubro que más perjudicado se vio fue el de Golosinas, que registró un -2 por ciento, seguido por Alimentos y Bebidas, con el -1,9 por ciento e Indumentaria con el -1,5 por ciento. Bazar y Regalos como Juguetería, tuvieron un -1 por ciento, mientras que Ferretería obtuvo un -0,50.
“A la gente la inflación le ha quitado el poder adquisitivo, esperamos que ahora cuando haya una recompensación salarial, mejore el nivel de las ventas. No es una caída drástica, es una pequeña inclinación a la baja”, explicó Daniel Castro vicepresidente 2º de la entidad. Al mismo tiempo, remarcó que la estadística muestra “una tendencia a la caída de las ventas” que si bien se da lentamente “no se detiene y mes a mes va continuando”.
Por otro lado, resaltó que en el último tiempo se ha visto un aumento en el cierre de locales en el distrito. “No solo en el centro de Pilar, sino también en paseos de compra. Locales que están poniendo carteles de ‘se alquila’. Este es un síntoma que preocupa y vemos que mes a mes se van acrecentando los carteles de alquiler: algunos se mudan a otro lugar, por el tema del costo, pero otros cierran definitivamente”, expuso Castro.
Si bien admitió que se mantendrá una actitud positiva con esperanzas de que las ventas repunten lo antes posible, declaró que si esto no ocurre “nos perjudicamos todos”: “El comercio pyme es el que más mano de obra da en el país. De la mano de obra ocupada, el 70 por ciento lo dan las pequeñas y medianas empresas”.
Además, el representante de SCIPA apuntó a que el gobierno nacional, provincial y municipal “intenten ayudar con paliativos” al comercio mejorando los centros comerciales a cielo abierto en infraestructura, seguridad e iluminación, para atraer a los consumidores.
Por último, declaró que los comerciantes en Argentina han vivido numerosas crisis porque “cada 10 años se da una nueva” y que, por esto, se han “acostumbrado a los vaivenes de la economía”: “Buscan la alternativa de subsistir cuando hay grandes devaluaciones y tarifazos. Hoy, el comerciante sigue estando atento, preocupado, porque hay una incertidumbre en la economía, pero son optimistas intentando revertir esto lo antes posible, buscándole la vuelta para mantener las persianas abiertas todos los días, con mucho sacrificio”.
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