El rubro Bazar y Regalos fue el más golpeado, con una baja del 3 por ciento, mientras que Alimentos y bebidas tuvo un leve aumento. Esperan que el consumo se reactive para las Fiestas.
Las ventas minoristas en Pilar continuaron disminuyendo durante noviembre y, así, extendieron a siete meses una tendencia preocupante en el consumo. En el anteúltimo mes del año, según el relevamiento de la Sociedad de Comerciantes, Industriales, Propietarios y Afines (Scipa), la caída parcial llegó al 0,25 por ciento en relación al mismo periodo del 2016 y afectó, como en meses anteriores, principalmente al rubro Bazar y Regalos, en donde se redujeron las ventas en al menos un 3%; y Golosinas, con un 2%.
En tanto, los sectores Juguetería, Indumentaria y Ferretería resultaron levemente más favorecidos, ya que registraron una suba del 1% en relación al mismo mes de 2016. Alimentos y Bebidas, por su parte también tuvo un incremento, pero que llegó a apenas el 0,5%.
“Hay rubros en los que se mejoró y se llegó a un porcentaje más positivo, pero, aun así, la baja en las compras se siente porque a la gente no le está alcanzando el dinero para gastar la misma cantidad que hace un año”, explicó a Resumen Daniel Castro, vicepresidente de SCIPA. Y, aunque en menor medida según los números, sostuvo que la mayor preocupación está en aquellos rubros en los que se compra necesariamente para la vida diaria.
En ese sentido, advirtió que el aumento de las tarifas de electricidad, gas y el incremento de las prepagas “están resintiendo el bolsillo del consumidor, y eso repercute en el comerciante en forma negativa, porque las ventas se reducen notablemente”. Por eso, de cara a lo que será el cierre de 2017 y la llegada de las Fiestas, se esperanzó en que el cobro del aguinaldo provoque un cambio en la tendencia, ya que los compradores en estas épocas “suelen gastar siempre un pesito más y en comparación a otros meses se llega a generar una expectativa más positiva”.
La Peatonal Rivadavia, otro foco de conflicto
Cuando se anunciaron las obras, a mediados de julio de este año, desde el Municipio se había avisado que la nueva peatonal estaría lista en aproximadamente un mes y medio. Sin embargo, el tiempo pasó y aún en diciembre no se pudieron concluir, lo que generó las quejas de los comerciantes, de los vecinos por no poder acceder a la zona, y de la SCIPA, por el perjuicio que esto provoca en trabajadores y pilarenses en general.
“Nuestra Comisión Directiva sigue a diario el progreso de los trabajos y mantiene contacto fluido con funcionarios municipales, pero la lentitud en los trabajos nos puso en alerta”, expresó Castro. Por eso, dijo, enviaron cartas en las que manifestaron “la preocupación por la demora” y una audiencia con el intendente Nicolás Ducoté para dialogar sobre el tema. “Intentaremos pedirle que los trabajos se aceleren para que no se sigan perjudicando los comercios de esa cuadra”, concluyó.
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