Propone un aumento de entre el 25 y el 75 por ciento. El proyecto logró aprobarse por 37 votos. La oposición denunció que a partir de la reforma “la Municipalidad podrá cambiar la valuación de las propiedades”.
Durante la sesión extraordinaria que tuvo lugar ayer en el Palacio Municipal, se aprobó la Ordenanza Fiscal y Tarifaria para el 2018 con 37 votos a favor, por parte del oficialismo y Frente Renovador, incluidos los mayores contribuyentes. Mientras tantos, los ediles Santiago Laurent y Federico Achával, del Frente Pilarense, Silvio Rodríguez y Osvaldo Pugliese del Frente Renovador, Juan Luna, del Movimiento Evita y Juan Pablo Roldán de Unidad Ciudadana emitieron su voto contrario al proyecto. Por su parte, el concejal Sebastián Pérez, fue el único que se abstuvo de emitir su voto.
El proyecto rediseñaba el cálculo de tasas como la del ex ABL, que pasará a llamarse Servicios Generales, además de aumentos en el cobro del impuesto de Seguridad e Higiene. Además, la Tasa Domiciliaria (Inmobiliaria) se abonará de acuerdo a la valuación fiscal de la propiedad que en la reforma propone un revalúo del valor del mercado.
Desde la oposición, Juan Pablo Roldán aseguró que “el revalúo fiscal va a hacer que haya aumentos de hasta el mil por ciento” y que esto permitiría que “se deje la puerta abierta” a la privatización de la salud. Santiago Laurent, cuestionó que a partir de la reforma “la Municipalidad podrá cambiar la valuación de las propiedades” y que “hay una diferencia enorme entre lo que se ha dicho públicamente y lo que se ha escrito”. “La valorización fiscal se hará con cosas irrisorias, por ejemplo, un aviso publicitario. Sabemos que esos precios son en dólares y altos, y la valuación anterior es en pesos y más baja. Esto, va a ser que las boletas tengan incrementos enormes, es una idea copiada de la Ciudad de Buenos Aires y en pocos meses, llegarán los aumentos arbitrarios”, explicó Laurent a Resumen.
En defensa, Adrián Maciel, del Frente Renovador, se mostró satisfecho de las modificaciones. “Hemos logrado cambios que hicieron una ordenanza superior a la del año pasado, por ejemplo, que ya no se podrán cobrar las veredas a los vecinos”. Asimismo, aseguró que si bien la suba del 75 por ciento como tope, es “poco feliz”, espera que pueda disminuir. Por otro lado, Claudia Zakhem afirmó que la ordenanza permite “formar una plusvalía”. “Evitar que por efecto de la inflación los contribuyentes cambien de categoría pasando el tributario a una mayor porción en la facturación. Se crea una plusvalía. Se busca también que paguen todos, no unos pocos”, dijo.
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