La Copa Argentina es una competición que le sienta muy bien a la joven institución pilarense, que en 2019 se estrenó con un rendimiento altísimo que le permitió alcanzar los octavos de final dejando en el camino a equipos históricos como Vélez Sarsfield y Belgrano de Córdoba.
Las cuestiones sanitarias de público conocimiento hicieron que no se pueda disputar la competencia en 2020 y que los partidos que estaban programados se vean pospuestos, es por este motivo que los pilarenses debieron esperar hasta esta noche para medirse ante uno de los equipos más solidos con los que cuenta el fútbol de nuestro país, el Club Atlético Lanús.
El encuentro correspondiente a los 32° de final tuvo lugar en el estadio de Arsenal de Sarandí, donde se pudo ver un desarrollo parejo durante los primeros 45 minutos. Real Pilar debió replegarse ante el dominio del balón empleado por el elenco granate, pero a la expectativa de hacerse con la pelota para salir de contraataque e intentar lastimar el arco rival.
Después de varios intentos, el Monarca logró dar el primer golpe y ponerse en ventaja en el marcador para sorprender a más de uno. Esto ocurrió a los 44 minutos de la etapa inicial, cuando después de una gran jugada colectiva Diego Crego capturó el centro atrás de Nicolás Fittaioli y colocar un zurdazo al segundo palo del arquero Morales, para irse al descanso arriba en el marcador.
Ni bien iniciado el segundo tiempo Real sufrió un duro golpe, debido a que Javier Martínez impactó con la mano la pelota en el área y el árbitro sancionó penal. Fiel a su estilo, José Sand no se puso para nada nervioso y acarició el balón al otro palo de Tomás Sultani para igualar el trámite.
Este gol fue una inyección anímica importante para el último finalista de la Copa Sudamericana, pero alrededor de los 20 minutos ocurrió una acción polémica que tuvo injerencia en el desarrollo final. Matías Pérez le fue con una plancha de tarjeta roja a Nahuel Ríos, quien terminó abandonando el campo lesionado minutos más tarde, y el árbitro al lado de la jugada le perdonó la vida con la tarjeta amarilla. Esta acción perjudicó al Monarca porque se quedó sin uno de sus mejores jugadores y el rival continuó con 11 en cancha.
Esta no fue la única jugada polémica de la noche, ya que a los 26 minutos apareció Franco Orozco después de una buena combinación granate para definir al palo del arquero y dar vuelta el partido. El error arbitral reside en que el atacante se encontraba levemente adelantado a la hora de recibir la pelota.
Pese a esto Real Pilar siguió intentando y compitió de igual a igual con un equipo de mayor jerarquía, llevando peligro en más de una oportunidad y estando cerca de volver a ponerse en partido. Con un rival lanzado en ataque y dejando espacios, Lanús aprovechó para liquidar las acciones en el tiempo agregado a través de un remate de Nicolás Orsini que se desvió en un defensor y descolocó al arquero.
La eliminación es dolorosa, pero los jugadores pueden irse con la frente en alto tras haber realizado una labor extraordinaria y haber borrado cualquier tipo de diferencia de categoría a lo largo de los 90 minutos. Los de Marcogiuseppe entregaron una imagen que ilusiona de cara a lo que será el inicio del campeonato de Primera C en un par de semanas.
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