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Por Lic. Matías H. Dentoni, miembro de SCIPA
El tratamiento de la actividad turística debemos basarlo principalmente en la premisa, ya tan frecuentemente comprobada, que reafirma al turismo como "una actividad multidimensional altamente dinamizadora de los factores productivos de los territorios en los cuales se inserta". El turismo representa una posibilidad de desarrollo para los territorios donde es potenciado, capaz de generar beneficios en diversos aspectos de la vida de los habitantes. Razón por la cual, consideramos imprescindible poner especial atención en dicha actividad para buscar permanentemente nichos y segmentos de mercado a explotar en el parido de Pilar.
Tenemos la certeza que su efecto se extiende a lo cultural, social, económico y ambiental; y de esta manera, impacta en la vida de las comunidades receptoras, fortaleciendo su identidad y configurando una fuente de ingresos para muchos sectores. Un generador del empleo eficaz para brindar a la comunidad perspectivas de crecimiento y desarrollo.
Según estudios de la Organización Mundial de Turismo (OMT) el crecimiento mundial del sector, que en el período 1950- 2000 ha sido del 6,8 por ciento promedio anual, respondiendo a las características conformadoras de la llamada Sociedad de Consumo (acceso masivo al consumo, globalización de la información, reducción de la jornada laboral, estimulación del ocio y las prácticas recreativas, aumento en el promedio de vida de las personas, mejoras en las vías de tránsito y en el transporte de pasajeros). Después de 18 ocho años de expansión constante, tras las crisis económica y financiera de 2001 -a nivel local- y de 2009 -a nivel global-, el turismo receptivo en las Américas sigue creciendo potenciado por el avance en los medios de comunicación masiva y el acelerado desarrollo de las tecnologías aplicadas a la Red Global de Internet (Web).
Por nuestra parte, en las últimas décadas, Pilar ha pasado de ser una plaza turística receptora del visitante de descanso de fin de semana a configurarse como una multiplaza con diversidad de actividades que generan visitantes, como las diferentes actividades del deporte (golf, polo, rugby, fútbol, ciclismo, running, travesías), acontecimientos sociales (casamientos, cumpleaños, reencuentros, simples almuerzos), eventos empresariales (lanzamientos de productos o servicios, fiestas aniversarios de empresas o entes gubernamentales, capacitaciones, conferencias), entre muchos otros.
Hoy muchos de los que algunas vez fueron visitantes de fin de semana ya han elegido Pilar para vivir y son ellos los anfitriones de millares de visitantes, entre familiares y amigos, que aumentan exponencialmente la densidad de población entre sábados y domingos. Encontramos aquí una masa de potenciales consumidores/turistas que el mercado de productos y servicios pilarense debe captar y satisfacer positivamente a fin de estimular su regreso y la recomendación a sus allegados.
Atendiendo a la mencionada demanda, la inversión privada ha generado actividades turísticas alrededor del consumo -shopping, paseos de compra y entretenimiento, gastronomía-, de la actividades deportivas -entre ellas las del alto standing-, y de los eventos generados por el sector empresario principalmente. Lo mencionado ha provocado crecimiento y desarrollo en muchos espacios, y ha brindado posibilidades de desarrollarse a los mismos ciudadanos. Seguir estimulando esta tendencia continuará brindando y ampliando las posibilidades de negocios y empleo a la población pilarense.
Para ello es necesario estar en la búsqueda y desarrollo permanente de nuevos nichos turísticos, como por ejemplo, el turismo rural o silvestre en las localidades de Zelaya, Fátima y Manzanares, así como también en la Reserva Natural de Pilar. O el turismo religioso en la primera de las localidades nombradas. Todas ellas cubriendo un segmento de visitantes de clase media que hoy no encuentran ofertas de este tipo en Pilar y se desplazan a destinos vecinos o más alejados.
Sin embargo, cabe aclarar que la implementación de las políticas del sector, deben aplicarse en armonía con los recursos naturales y culturales a fin de garantizar sus beneficios y perdurabilidad para las futuras generaciones. Por otro lado, el respeto por la historia e identidad de las localidades debe estar en permanente observación por parte de quienes desarrollen los planes de acción y delimiten las estrategias turísticas.
Pero aún más importante que tener el mejor "producto turístico" es desarrollar el mejor "canal de promoción" del mismo. Para ser gráficos y ejemplificadores, podemos tener el mejor queso del mercado guardado en nuestros depósitos, pero si el consumidor no lo sabe seguirá guardado allí. Es apremiante establecer una permanente relación con las agencias de turismo privadas internacionales, nacionales, y locales a fin de brindarles soporte y material sobre el producto turístico Pilar y su oferta concreta. Como así también a los operadores y prestadores turísticos a través de la Web, que son hoy día los actores más fuertes a la hora de la elección turística.
Así también es muy importante armar una agenda de convenios de reciprocidad entre las áreas de turismo local y de nuestra Metrópolis (C.A.B.A.), así como también ciudades densamente pobladas que rodean la Capital. Y en una segunda instancia, con las áreas de turismo de las diferentes provincias, capitales de provincias y de la Nación, a fin de incluir a Pilar dentro de la oferta turística de nuestro país.
Finalizando y observando que nos encontramos transitando la Cuarta Revolución Industrial con eje en la tecnología consideramos imprescindible contar con un soporte online que además de mostrar la oferta turística de Pilar, cuente con inteligencia artificial que encuentre a nuestro potencial consumidor turístico en la red de internet minuto a minuto. Es claro que hoy el consumidor está frente a la pantalla y sobre todo la más pequeña de ellas: el Smartphone.
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