Jueves 21 de Noviembre de 2024

Defensor del Pueblo de Pilar – ¿tan difícil es la elección?


  • Domingo 08 de Diciembre de 2019
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  Por Marcelo H. Echevarría Abogado (UBA)- Especialista en Derecho Penal (UB)- Autor e Investigador de Derecho Penal en Argentina y en España Una elección entre 50 postulantes a Ombudsman no es difícil, es atípica. En Pilar la civilidad puso en jaque al aparato político. Quizás, por dicha razón, no pueda definirse el nombramiento del Ombudsman del distrito. Para ese nombramiento, lo ideal sería que fuese por consenso, tal como lo sostuvo el intendente electo, ya que de esa manera es como deberían tomarse las decisiones políticas. Pero a la hora de elegir, se debería definir el perfil del funcionario que el poder político local entendería apto para cubrir ese cargo. Me permito hacer la siguiente clasificación: a) el obsecuente, b) el acreedor de un compromiso político, c) el que necesita ese salario o; d) el verdaderamente apto para asumir ese compromiso por vocación. Obviamente, todos nos inclinamos por la última de las clasificaciones (aunque sabemos que, quizás, sea una utopía). Pero, por un instante pensemos que, como la política es dinámica, hay un giro insospechado y se decide verdaderamente optar por el que posea los mejores antecedentes y la máxima idoneidad. Entonces: ¿Cuáles serían los parámetros de medición de esos antecedentes e idoneidad para el cargo? Un postulante sostuvo que, como era un experto abogado y poseía posgrado, cumpliría acabadamente con el requisito de idoneidad. Disiento con esa afirmación. A modo autorreferencial, soy abogado, poseo posgrados, doctorados y no sería idóneo para ocupar esa función. ¿Saben por qué? Porque conozco a medias las necesidades que padece el pilarense, no hablo a diario con el vecino, no recorro la localidad y no poseo antecedente alguno que me habilite para ocupar ese cargo a fin de desempeñarlo fiel y óptimamente, sin decepcionar a mis futuros representados, siendo éstos los vecinos pilarenses. “Idóneo” es aquel que, astutamente, evitaría colisionar o confrontar con el gobierno de turno, y pondría a prueba su inteligencia para hacerle ver al oficialismo, desde otra perspectiva diferente, lo que sucede en la localidad, ayudando a gobernar aun con enormes disidencias, y no realizando críticas sólo porque respondería a la oposición. De esa manera el beneficiado sería el vecino y no el político “ganador” de una pulseada entre oficialismo y oposición (esto para desterrar los usos y costumbres que sostienen que ese cargo estaría reservado para un opositor). “Idóneo” es aquel al que el vecino respeta, el que camina por la calle sin eludir cruzarse con tal o cual persona en atención a que en su haber pesan sinsabores de su paso por la política. “Idóneo” es aquel pilarense que, al googlear su nombre y apellido, instantáneamente el buscador nos arroja la cantidad de tiempo que le dedicó a sus vecinos, hablando por ellos y representándolos, dejando asentadas sugerencias o disconformidades -sea por la prestación deficiente de los servicios públicos de primera necesidad o motorizando causas comunes en pos del bienestar del pilarense- (algunos ejemplos: los que se esfuerzan para poner en valor el tan ansiado hospital de Pilar, para que el edificio de Telefónica vuelva a los pilarenses, los que luchan contra la inseguridad, inundaciones, salud). En fin, de los 50 postulantes, sería idóneo el mejor vecino de Pilar con aptitud y antecedentes para cubrir ese cargo. Entonces: ¿Serán muchos los postulantes que cumplen con esos requisitos? ¿Ven que no es difícil la elección?

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