Hace una larga cantidad de años que debemos hablar de Daiana Ocampo para referirnos a la máxima exponente de nuestro distrito en lo que es el atletismo, siendo también una de las mejores de nuestro país.
Un sabor amargo fue el que le había quedado un tiempo atrás a la representante del barrio Peruzzotti, cuando por poco se quedó a las puertas de participar de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020; sin embargo, esto no detuvo la enorme fuerza de voluntad que posee y siguió trabajando incansablemente con la clara intención de tomarse revancha.
El destino terminó jugándole a su favor y, a pesar de la gran incertidumbre por la que tuvo que atravesar hasta último momento, la vida le sonríe al darle la bienvenida al grupo de privilegiados que estará integrando los Juegos Olímpicos de Paris 2024 en la prueba de Maratón tras haber alcanzado la marca mínima requerida durante la Maratón de Hamburgo este fin de semana.
De esta manera, llega a cumplir el sueño que tiene desde chica y por el que trabajó toda su vida a los 33 años, y dará su mayor esfuerzo por llegar lo más lejos posible después de ya haber dejado marcado su nombre en la historia grande de nuestro país.
Con un montón de emociones mezcladas tras haber registrado un tiempo de 2 horas, 26 minutos y 24 segundos en la competencia alemana, la atleta se tomó unos minutos para transformar en palabras sus sentimientos y plasmarlos a través de redes sociales. “Mínima Olímpica, creo que estas emociones no se pueden describir con palabras. Siempre creí en mí para alcanzar esta meta, otras veces dudé porque no siempre las cosas salieron como las planeé y algunos de esos momentos fueron golpes duros. El deportista de alto rendimiento trabaja tan ardua e incansablemente, escalamos alto en las expectativas y cuando no se obtiene el resultado, la caída parece doler más”, comenzó reflexionando la deportista pilarense.
Esta competición inmediatamente quedó grabada en su memoria y así lo dio a conocer. “Haspa Marathon Hamburg siempre va a quedar en mi corazón como el día en que pude demostrar de lo que soy capaz, me llevo el boleto en mi bolsillo, lo gané y cuanto me costó ganarlo”, comentó.
Una característica que siempre sostuvo Daiana es la de tener los pies sobre la tierra y esto quedó en evidencia a la hora de agradecer a las personas que la ayudaron a alcanzar este objetivo tan deseado.
“Sería egoísta de mi parte decir que solo es mío. El medio en la carrera son mis piernas, pero no podría lograr nada de esto sin todo el equipo que me acompaña, Damián Gasto mi familia que es el pilar de mi vida; Amparo mi niña que solo ve a su madre entrenar, la que me pregunta diariamente, ¿Ma hoy tenes doble turno? mientras jugamos o pasamos tiempo juntas. Gracias a los que fueron parte de este viaje que de una manera u otra confiaron en mí cuando parecía que este sueño olímpico se escapaba de mis pies”, concluyó.
La maratonista, de 33 años, hizo una fuerte preparación en la pista de Cachi, en la altura de Salta, antes de viajar con destino europeo para buscar la marca que se le negó por poco en Sevilla a mediados de febrero. Otro dato a destacar es que fue la única atleta no africana en colarse dentro de los primeros puestos en Hamburgo.
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