La emoción de una hazaña: Orsi y Gómez, los pilarenses que llevaron a Platense a la gloria

Platense escribió una de las páginas más memorables de su historia al consagrarse campeón del Torneo Apertura 2025, tras vencer por 1 a 0 a Huracán en la final disputada en el Estadio Único Madre de Ciudades. Pero detrás de ese logro histórico —el primero en 120 años de vida del club en la Primera División— hay una historia profundamente ligada a Pilar: la de la dupla técnica conformada por los entrenadores Favio Orsi y Sergio Gómez, dos hijos de esta tierra que dejaron una huella imborrable en el fútbol argentino.

El binomio pilarense fue artífice de un proceso silencioso y sólido, que llevó al “Calamar” a protagonizar una campaña épica. Desde su llegada, Orsi y Gómez construyeron un equipo competitivo, comprometido y con identidad. Platense no solo ganó partidos: convenció. Con actuaciones que rozaron la perfección en los playoffs, el equipo dejó en el camino a gigantes como Racing, River y San Lorenzo, todos en condición de visitante, antes de dar la estocada final ante Huracán con una brillante volea de Guido Mainero a los 18 minutos del segundo tiempo.

Más allá del resultado deportivo, la imagen que quedará en la memoria colectiva del fútbol argentino será la de Sergio Gómez, arrodillado sobre el césped santiagueño, con un puñado de pasto en la mano y lágrimas incontenibles en el rostro. Minutos después del pitazo final, Gómez rompió en llanto y, con la voz quebrada, dedicó el campeonato a su madre, en un gesto de profunda humanidad que conmovió a propios y ajenos. Ese instante, cargado de simbolismo y sentimiento, se transformó en el emblema de la consagración de Platense.

La emoción de Gómez no fue un hecho aislado, sino la culminación de un recorrido de años junto a su compañero de fórmula, Favio Orsi. Juntos dirigieron en el ascenso, enfrentaron desafíos enormes y forjaron una trayectoria compartida que hoy alcanza su punto más alto con un título de Primera División. En cada partido, en cada decisión técnica y en cada grito desde el banco, se reflejó el compromiso de dos entrenadores que, más allá de lo táctico, supieron construir un equipo desde lo humano y lo colectivo.

Con este título, Platense no solo sumó su primera estrella en la máxima categoría del fútbol argentino, sino que además aseguró su participación en la próxima edición del Trofeo de Campeones y clasificó a la Copa Libertadores 2026, un hito que parecía inalcanzable años atrás y que hoy es realidad.

La dupla Orsi-Gómez demostró que los sueños pueden cumplirse con trabajo, convicción y raíces firmes. Y para Pilar, ver a dos de sus representantes en lo más alto del fútbol nacional es motivo de orgullo, celebración y esperanza. En una final que será recordada por siempre, Platense fue campeón, pero el corazón del festejo también estuvo acá, en el suelo pilarense que vio crecer a sus entrenadores.