El equipo Alpine, donde corre el pilarense Franco Colapinto, vuelve a quedar en el centro de la escena tras una nueva salida en su estructura técnica. David Wheater, director de aerodinámica, decidió dar un paso al costado justo antes del Gran Premio de Países Bajos, sumándose a una seguidilla de renuncias que exponen el delicado presente de la escudería francesa.
Wheater había llegado a Alpine a fines de 2023, tras casi una década en Williams desempeñando el mismo rol. Su aporte fue clave en el diseño del actual monoplaza, aunque el rendimiento estuvo lejos de lo esperado desde las primeras fechas de la temporada. Además, era uno de los principales responsables en la planificación del auto de 2026, bajo los nuevos reglamentos aerodinámicos. Su partida, por lo tanto, no solo complica la proyección a futuro, sino también la capacidad de reacción inmediata del equipo frente a las demandas de sus pilotos, Pierre Gasly y Franco Colapinto, quienes vienen reclamando mejoras urgentes.
Hasta que se designe un reemplazo, las tareas técnicas quedarán en manos de Joe Burnell, responsable de ingeniería, y Ciaron Pilbeam, encargado de rendimiento. Sin embargo, la estructura queda incompleta en un momento clave de la temporada.
La salida de Wheater se suma a otras bajas recientes: la de Luca De Meo, ex CEO de Renault, y la de Francis J.S., histórico jefe de mecánicos. Un escenario que incrementa la incertidumbre en torno a un equipo que intenta reacomodarse para volver a ser competitivo.
En este contexto, Alpine iniciará una nueva etapa a partir del 1 de septiembre, con la llegada de Steve Nielsen como director general. El británico, de 61 años, cuenta con una extensa trayectoria en equipos como Benetton, Toro Rosso y Williams, además de haber ocupado cargos en Liberty Media y la FIA. Su desembarco está cargado de expectativas: deberá conducir la reestructuración de un proyecto que en poco tiempo perdió figuras fundamentales.
Mientras tanto, Alpine se prepara para el desafío inmediato en Zandvoort, donde la FIA introdujo una novedad reglamentaria: el aumento del límite mínimo de velocidad en el pit lane de 60 a 80 km/h, una medida que busca forzar al menos dos paradas en boxes y aportar mayor emoción a la carrera.
La escudería francesa llega a esta cita en plena turbulencia, con el reto de mostrar señales de recuperación mientras reconfigura su futuro deportivo y técnico.
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