Franco Colapinto tuvo un auspicioso regreso a la Fórmula 1, esta vez como titular del equipo Alpine, y finalizó en el 16° puesto en el Gran Premio de Emilia-Romaña, disputado en el tradicional circuito “Enzo e Dino Ferrari” de Imola, Italia. La competencia, correspondiente a la séptima fecha del Campeonato Mundial, quedó en manos del neerlandés Max Verstappen (Red Bull), quien alcanzó su victoria número 65 en la categoría.
La carrera tuvo una carga simbólica para Red Bull, ya que representó la presentación número 400 del equipo en la máxima categoría del automovilismo. El resultado fue ideal: Verstappen se impuso con autoridad, seguido por los McLaren de Lando Norris y Oscar Piastri, quienes completaron el podio tras una intensa lucha interna. Detrás de ellos, completaron los cinco primeros Lewis Hamilton (Ferrari) y Alex Albon (Williams), en una competencia entretenida que combinó ritmo, estrategia y algunas incidencias.
Para Colapinto, el gran premio significó el inicio formal de su participación plena en la F1 como piloto principal. Tras haber sufrido un accidente durante la clasificación (en la Q1), el pilarense largó desde la 16ª posición y, pese a algunas dificultades durante la prueba, logró completar las 63 vueltas sin mayores inconvenientes, en una actuación que fue prolija y positiva desde el punto de vista de la adaptación y la consistencia.
La estrategia del equipo Alpine consistió en iniciar con neumáticos de compuesto medio, con los cuales Colapinto logró sostener un ritmo competitivo durante 22 giros. Aunque fue superado por Esteban Ocon y Nico Hülkenberg en los primeros compases, supo mantenerse en pista con buena estabilidad. Un momento de tensión se vivió cuando pisó con las ruedas derechas la banquina externa en la curva Piratella, sector en el que anteriormente Pierre Gasly —su compañero de equipo— también tuvo dificultades. No obstante, Franco logró corregir la trayectoria sin consecuencias para su monoplaza.
Tras su primera detención en boxes, el piloto local pasó al compuesto duro y regresó en la 20ª posición, desde donde inició una progresiva recuperación. Beneficiado por estrategias alternativas de otros competidores —como Gasly, Liam Lawson, Gabriel Bortoleto y Oliver Bearman— que también debieron detenerse, Colapinto alcanzó el 15° lugar en la vuelta 43. En ese momento, desde el muro de Alpine le solicitaron ceder posición a Gasly, quien tenía mejor ritmo, justo antes del ingreso del Auto de Seguridad provocado por la detención de Kimi Antonelli (Mercedes).
Durante esa neutralización, Colapinto aprovechó para hacer una segunda parada y colocar otro juego de neumáticos duros. Reingresó 16° y, pese a sus intentos por acercarse a Lance Stroll y Lawson mediante el uso del DRS, no logró acortar distancias de manera significativa, completando la carrera en la misma posición de partida.
Su retorno, sin embargo, dejó sensaciones alentadoras: demostró consistencia, capacidad de gestión de neumáticos y adaptación al ritmo de carrera, aspectos clave para consolidarse en la categoría. La próxima cita será el exigente y glamoroso Gran Premio de Mónaco, donde el piloto argentino buscará seguir sumando experiencia y acercarse a los puestos de puntos.
Con esta actuación, Colapinto empieza a escribir un nuevo capítulo en su carrera deportiva dentro de la Fórmula 1, mostrando madurez, templanza y una base sólida sobre la cual construir su futuro.
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