Colapinto sufrió en México, pero mira hacia adelante

El paso de Franco Colapinto por el GP de México dejó poco para destacar, más allá del buen ritmo que logró con los neumáticos blandos en las vueltas finales. En un fin de semana complicado para Alpine, el pilarense volvió a padecer las limitaciones del A525, un auto que se quedó sin desarrollo en el último tiempo y mostró falta de rendimiento y una brecha cada vez mayor con el resto.

Colapinto terminó 16º, justo detrás de Pierre Gasly, y ambos a 37 segundos del 14º. Sin errores graves, salvo un trompo en la primera vuelta tras un roce con Lance Stroll, el crédito local extrajo lo máximo posible de un coche que parece de otra categoría. Ni las estrategias distintas ni los compuestos marcaron diferencia.

Una vez terminada la actividad, se dirigió hacia los micrófonos para analizar lo siguiente: “Hice 50 vueltas arrastrándome sin nada de grip. Llevamos las duras hasta el infinito, queríamos ver hasta dónde aguantaban”.

“Después, con las blandas anduve bien, pero ya era muy tarde. Una carrera sin mucho ritmo y muy larga. Como equipo no teníamos ritmo, nos costó, un fin de semana duro”, agregó.

La próxima fecha del Mundial será en Brasil, para el GP de San Pablo, donde el pilarense espera sentirse como local. “Brasil es el GP de casa y habrá muchos argentinos. Tengo muchas ganas de estar allá y darles un lindo resultado. Lo bueno es que peor no se puede ir, así que de acá para arriba”, expresó.

Por último, se refirió a la maniobra de la primera vuelta, en la que terminó con un trompo en la segunda curva tras ser apretado por Lance Stroll. En la misma tuvo que pisar el pasto y perdió el control del auto. “Stroll me tiró al pasto, no mira nunca los espejos. No sé para dónde mira cuando mira los espejos, pero no perdí mucho”, cerró.

Más allá del sufrimiento, el cierre del año podría traer buenas noticias, ya que Alpine definirá en noviembre su alineación para 2026 y todo indica que Colapinto seguirá junto a Gasly. Mientras tanto, solo resta resistir y pensar en un futuro que promete un cambio radical para la escudería.