Cuando Atahualpa Yupanqui fue invitado a participar en el festejo del Bicentenario de la Revolución Francesa en el año 1989 compuso una cantata en colaboración con Juan José Mosalini, destacado bandoneonista y compositor argentino residente durante muchos años en Francia. Dicha Cantata tiene un título harto significativo: “El Grito Sagrado”, que nos remite sin duda a una cuestión central en la Revolución Francesa que es el tema de la libertad y de los derechos humanos pero también es reminiscente de lo que de aquel acontecimiento vive por ejemplo en nuestro Himno Nacional.
No era algo nuevo en la obra de Yupanqui esa preocupación por la libertad del ser humano, que requiere para ser viable y posible su asociación con los otros dos términos del lema revolucionario: igualdad y fraternidad. Basta recordar la bella milonga titulada “Los hermanos”.
Cabe aclarar, sin embargo, que en este caso el sentido de la trascendencia y el honor que implicaba esa invitación constituyó para don Atahualpa un desafío y un premio. Podemos imaginar aquella interpretación que según cuenta Mosalini en un reportaje (Revista La Milonga Argentina) fue interpretada por el propio Yupanqui, por un niño de una escuela primaria, un coro de adultos, tres solistas y una orquesta. Podemos imaginar, insisto, en la emoción que embargaría a nuestro querido artista.
Para compartir algo de aquel momento y para celebrar también nosotros ese hecho trascendente transcribimos la letra de uno de los pasajes de dicha Cantata, titulado La Palabra Sagrada.
Alfredo Chavero (1907-1992), eligió para sí un nombre muy significativo”: Atahualpa Yupanqui”. Nombre de raigambre americana, con el que ha sido conocido y admirado en todo el mundo.
En Yupanqui se amalgaman dos dimensiones fundamentales del ser humano, el apego a la tierra de uno, al terruño, y la vocación universal que nos hermana con todos los seres humanos. Muchos buscan esa manera de trascender el aquí y ahora a través del arte, no todos lo logran. Atahualpa sí lo hizo. Por eso su participación en los festejos del bicentenario de la Revolución Francesa lo confirma.
Hoy que de la Revolución Francesa se cumplen 230 años, queremos compartir con los lectores de este diario un fragmento de los versos de la cantata “EL GRITO SAGRADO“, con los que Atahualpa Yupanqui se uniera a la celebración en 1989.
La palabra sagrada
Antes que los hombres pronunciaran
La palabra sagrada
Ella habitaba donde el viento dormía
El sol y los pájaros de un antiguo universo
Conocían la existencia
De la palabra sagrada.
Un día despertaron todos los vientos. Nacieron todos los llantos
Floreció la injusticia,
las diferencias,
la esclavitud y las sombras.
Entonces todos los hombres buenos,
los rústicos, los heroicos pensadores
de la vida,
unieron su coraje
para llenar de luz
la sagrada palabra,
recuperada y alta.
Más alta que todas las montañas.
¡LIBERTAD!
Texto del Portal de la Fundación Atahualpa Yupanqui, www.atahualpayupanqui.org.ar
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