En estos días se ha producido un hecho de trascendencia en Puerto Rico. Recordemos que esta nación caribeña tiene un estatuto político singular, la de Estado Asociado Libre de Estados Unidos. Resulta un tanto difícil de comprender para nosotros, y al parecer para los nacidos en Puerto Rico también, pues genera una situación ambigua de semisoberanía, que no los priva de padecer la problemática que afecta al resto de América Latina y especialmente a los países de la zona caribeña, me refiero a la pobreza que genera una permanente diáspora y una sucesión de gobiernos que no pueden tal vez ejercer una soberanía necesaria para llevar adelante un proyecto nacional.
Por ejemplo y sólo como uno de los datos significativos en esta materia, padece una interminable e impagable deuda externa que la condena a eternos ajustes, sin obtener por otra parte ayuda de su singular socio político.
Quiero recordar algunos mínimos datos de la historia de este país, pequeño por sus dimensiones (9104 km2) pero importante por su historia y por su gente. Fue “descubierta” por Cristóbal Colón en su segundo viaje en noviembre de 1493. Cristóbal Colón la llamó entonces, ciudad de San Juan, en homenaje a San Juan Bautista. Pero ya entonces el médico de la expedición consignó en su diario que la isla era llamada Boriquén o Borinquén por sus habitantes. Ambos nombres siguen usándose hasta el presente para denominarla, las dos caras de un pueblo que ama la libertad y al mismo tiempo ha tenido que aceptar vivir sojuzgado.
Primero fueron los españoles que construyeron una colonia próspera para un puñado de elegidos pero condenada a la pobreza para la inmensa mayoría. En 1898 Estados Unidos declara la guerra a España con el propósito explícito de apropiarse de sus últimas posesiones coloniales. Como resultado de esta guerra se adueña de Puerto Rico y ejercerá durante muchos años una evidente tutela sobre Cuba.
¿La independencia una tarea imposible?
Los portorriqueños han emprendido en muchas ocasiones acciones políticas para recuperar su soberanía, pero sus esfuerzos han sido infructuosos. Para sobrevivir y tener algún progreso personal han migrado y migran permanentemente a Estados Unidos, donde cumplen en muchas ocasiones las tareas que los ciudadanos norteamericanos rechazan por fatigosas y poco agradables. Viven en Estados Unidos actualmente más de 5 millones de boricuas, como suele decirse, que constituyen una comunidad latina de enorme peso, como la mejicana seguramente, pero no dejan de sentir un alto grado de discriminación al tiempo que contemplan el deterioro político y económico de su país.
A pesar de esto figuras destacadas, sobre todo en el mundo del arte y en especial de la música popular, son oriundos de la añorada Borinquen o Boriquen, por citar dos casos emblemáticos citaré a Ricky Martín, cantante, y Benicio del Toro, actor y cineasta de gran popularidad. Precisamente estas dos figuras junto a otros como Residente (de Calle 13 ) y Bad Bunny apoyaron una enorme movilización popular que buscaba derrocar a Ricardo Roselló, actual gobernador de la isla, por sus constantes dichos insultantes hacia las mujeres, los homosexuales, y opositores políticos, amén de estar sospechado él y sus funcionarios de graves hechos de corrupción. El final parece ser irreversible por lo menos para Roselló pues las manifestaciones en la calle, en San Juan de Puerto Rico y otras ciudades de la isla y de muchas ciudades norteamericanas fueron tan masivas y contundentes que Ricardo Roselló ha tenido que renunciar pero ha puesto una fecha para hacerla efectiva, el 2 de agosto, mientras tanto el pueblo portorriqueño se mantiene en estado de alerta decidido a no renunciar a sus reclamos, que son muchos.
Esta situación deja sin palabras y sin estrategia adecuada a Estados Unidos, una nación que se ha convertido desde hace años en una especie de gendarme y árbitro para una importante parte del mundo contemporáneo. No sabemos exactamente cómo se desarrollarán los hechos a partir de este acontecimiento, pero de lo que no me cabe duda es que genera un profundo malestar en nuestros amigos del norte.
Puerto Rico o Boriquen parece haber recuperado un hambre de dignidad que no se pudo ahogar con la aniquilación de líderes políticos como Pedro Albizu Campos, muerto en 1965 luego de sufrir destierro, persecución y cárcel durante buena parte de su vida, como consecuencia de su liderazgo en pos de la liberación de su patria.
Como siempre queremos compartir con nuestros lectores la letra de una canción, muy representativa de los boricuas, me refiero a LAMENTO BORICANO, cuyo autor la compusiera en Nueva York, en el Harlem portorriqueño en 1929 embargado por la nostalgia y la angustia por la situación de sus compatriotas. Me refiero a Rafael Hernández Marín. Esta canción es uno de esos temas que logran universalidad porque expresan, seguramente dolores y aspiraciones compartidos por todos los seres humanos.
- Robin
Lamento borincano
Sale
loco de contento con su cargamento
para la ciudad, para la ciudad.
Lleva
en su pensamiento todo un mundo lleno
de felicidad, Ay, de felicidad.
Piensa remediar la situación
del hogar que es toda su ilusión. Sí.
Y alegre,
el jibarito va, cantando así
diciendo así, pensando así por el camino:
"Si yo vendo la carga, mi Dios querido,
un traje a mi viejita voy a comprar."
Y alegre
también su yegua va
al presentir que su cantar
es todo un himno de alegría.
Y en eso le sorprende la luz del DÍA.
Y llegan al mercado de la ciudad.
Pasa
la mañana entera sin que nadie quiera
su carga comprar, ay, su carga comprar.
Todo,
todo está desierto, y el pueblo está lleno
de necesidad, ay, de necesidad.
Se oye este lamento por doquier
de mi desdichada Borinquen. Sí.
Y triste,
el jibarito va pensando así,
diciendo así, llorando así por el camino:
"¿Qué será de Borinquen mi Dios querido?
¿Qué será de mis hijos y de mi hogar?"
¡Oh Borinquen!
La tierra del Edén,
la que al cantar, el gran Gautier
llamo la perla de los mares.
Ahora que tú te mueres con tus pesares,
déjame que te cante yo también
CORO
¡Oh Borinquen! La tierra del Edén
la que al cantar, el gran Gautier
llamo la perla de los mares
ahora que tú te mueres con tus pesares
déjame que te cante yo también
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