Arturo Jauretche (1901-1974) es considerado un original y perspicaz actor y observador de la sociedad argentina.
Educado en una familia liberal y conservadora adhirió tempranamente al radicalismo de Hipólito Yrigoyen. Después del 6 de septiembre de 1930 (golpe de estado de Uriburu) se resistió a las componendas de los seguidores antipersonalistas de Alvear para con el régimen del “fraude patriótico”.
En diciembre de 1933 acompañó al Tte. Coronel Roberto Bosch en la sublevación de “Paso de los Libres” (Corrientes) que fuera aplastada por el gobierno del Gral. Justo. Evocando esa rebelión nació su poema gauchesco el “Paso de los Libres” cuya primera edición fue prologada por Jorge Luis Borges.
Nace Forja
Definitivamente distanciado del alvearismo, participa en la creación de FORJA (Fuerza de Orientación Radical de la Joven Argentina). Lo hace junto a R. Scalabrini Ortiz, Luis Dellepiane, Gabriel del Mazo y otros jóvenes intelectuales de la época entre los que hay que recordar a Homero Manzi. FORJA se constituyó en un centro de resistencia a los gobiernos de la “Década infame” y cosechó no pocas simpatías, pero no logró organizar una fuerza política de peso en la escena nacional.
Por eso en 1941 al festejarse el sexto aniversario de su fundación Jauretche explicaba: “estamos celebrando el triunfo de nuestras ideas, pero constatamos al mismo tiempo nuestro fracaso como fuerza política. LA GENTE NOS COMPRENDE Y NOS APOYA, PERO NO NOS SIGUE”. “Hemos sembrado para quienes sepan inspirar la fe y la confianza que nosotros no logramos. No importa, con tal de que la labor se cumpla”. Así está resumido con un dejo de amargura cierto fracaso de FORJA en aglutinar grandes contingentes de origen popular y nacional.
La esperanza en la aparición de la fuerza política que pudiera realizar esos ideales y necesidades argentinas es la que los lleva en diciembre de 1945 a disolver FORJA, que ya estaba ideológicamente fragmentada entre quienes depositaron su esperanza y esfuerzo tras el peronismo y los que adscribieron a la Intransigencia y Renovación en la UCR de Balbín, Sabatini, Illia entre otros.
La vida política de Jauretche lo soldó al gobierno peronista en el que no logró ocupar puestos electivos, pero sí fue designado presidente del Banco de la Provincia de Buenos Aires.
Con la caída del segundo gobierno de Perón se acerca por un tiempo al desarrollismo de Frondizi.
“El medio pelo argentino: apuntes para una sociología”
En 1966 escribe este libro de comentarios y anécdotas históricas donde apunta a señalar entre otras cuestiones, la falta de apoyo de la clase media (el empresariado, la burguesía) al peronismo. “En principio, decir que un individuo o un grupo es de ‘medio pelo’ implica señalar una posición equívoca en la sociedad; la situación forzada de quien trata de aparentar un ‘status’ superior al que en realidad posee. Con lo dicho está claro que la expresión tiene un valor históricamente variable según la composición de la sociedad donde se aplica”.
“No se da en la clase alta porteña que es el objeto de la imitación; tampoco en los trabajadores ni en el grueso de la clase media. El equívoco se produce en el ambiguo perfil de una burguesía en ascenso y sectores ya desclasados de la alta sociedad”.
“Como se ve, la incorporación a la clase alta no es cuestión de decir: ‘golpeá que te van a abrir‘. La misma permeabilidad que surge del espíritu conservador de aquella, exige una práctica ritual... para graduar el ingreso”.
Y más adelante, volviendo a un tema muy actual refiriéndose al progreso de los ‘capitanes de la industria’ dice: “Cada cual se creyó un fenómeno de la naturaleza y se atribuyó personalmente los éxitos nacidos de condiciones históricas favorables. En cambio, los obstáculos, las dificultades con los trabajadores, los problemas impositivos y los inconvenientes de la planificación eran culpa del ‘intervencionismo de Estado’ al que al mismo tiempo pedían protección”.
El libro puede ser observado en muchas afirmaciones que el autor hace, a veces, a expensas de la verdad histórica, pero no hay duda de su valor como documento que recoge una mirada profunda sobre nuestra sociedad de la época y del compromiso activo de Jauretche con su país.
Así lo expresa el mismo Jauretche con las siguientes palabras: “He citado sólo algunos casos, tanto de la falacia del dato como de su utilización maliciosa para sorprender al que no está prevenido y carece de ‘cancha’ para leer las entrelíneas de la información. Deseo que el lector la tenga presente, cuando recordando que el que escribe es un hombre comprometido, lo confronte con otros informantes de apariencia aséptica. La verdad es que todos estamos comprometidos, porque todos estamos en la vida, y la vida es eso: compromiso con la realidad”.
Manual de zonceras argentinas
Tal es el título de un libro editado en 1968 y del cual queremos recordar algunos pasajes. Dice en el Prólogo: “Este es un manual de zonceras, y no un catálogo... Precisamente para que no nos agarren descuidados otra vez, y los que nos sigan, es que se hace necesario ‘un catálogo de zonceras argentinas’ que creo que debe ser obra colectiva y a cuyo fin pido a usted colaboración... Le ruego al lector que por el bien común participe”. Esto lo lleva a dejar hojas en blanco para que el lector anote las zonceras que vivió, pensó o conoció.
De esa obra extraemos algunos pasajes de notable aplicación a lo que hoy día vive la Argentina todavía.
Refiriéndose a las ‘zonceras’ dice: “Su fuerza no está en la argumentación. Simplemente excluyen la argumentación actuando dogmáticamente mediante un axioma introducido en la inteligencia –que sirve de premisa- y su eficacia no depende, por lo tanto de la habilidad en la discusión como de que no haya discusión. Porque en cuanto el zonzo analiza la zoncera... deja de ser zonzo...” y agrega: “para hacerlo sólo se requiere no ser zonzo por naturaleza... estar solamente azonzado, que así viene a ser cosa transitoria como lo señala el verbo”.
Y finalmente aludiendo a los autores de estas zonceras señala: “Tampoco son zonzos congénitos los difusores de la pedagogía colonialista. Muchos son excesivamente ‘vivos’ porque ese es su oficio y conocen perfectamente los fines de las zonceras que administran”.
Cabe agregar que don Arturo Jauretche falleció el 25 de mayo de 1974.
E.R.
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