El día de nuestro nacimiento como pueblo propiamente dicho es algo que, a ciencia cierta, no se conoce aún. Es que, si vamos a los documentos exclusivamente legales, veremos que Pilar se creó formalmente el 24 de octubre de 1864 por la Ley Nº 442, promulgada al día siguiente.
Para el 25 de octubre de 1864, se dividieron los distritos de la provincia de Buenos Aires, lo que delimitó el Partido del Pilar (Ley Provincial Nº 422). Pero, la realidad, es que nuestro pueblo surgió mucho antes de que la ley lo reconociera como tal.
Alberto Allindo, historiador de Pilar, remonta su creación al 1700, específicamente a 1729 con María Cabezas y su devoción a la Virgen, algo que afirma es lo que marca el nacimiento de nuestro pueblo, convertido hoy en ciudad.
“Evidentemente Pilar nació de la profunda fe que había en estos pagos por la Virgen Nuestra Señora de Pilar, advocación de la Virgen que viene de Zaragoza, y suponemos que muchos aragoneses la han traído a estas tierras, por eso cuando María Cabezas en 1700 se propuso dar culto público, pidió permiso para la capilla, marca un poco el inicio. A partir de esa capilla que el pueblito se fuese conformando, si no hubiera capilla es posible que nuestro Pilar se llamara de otra forma porque hubiese sido creado de otra forma. Pero, la creación y la fundación, nos viene de esa advocación a la Virgen y que se fue conformando el pueblito a partir de esa capilla”, explicó durante una charla con Resumen.
El historiador Aldo Beliera nos aporta un documento excepcional de la época, que nos servirá para situar actualmente la Capilla y el poblado. Fue realizado en el año 1799, donde se observa un diseño incorporado en el juicio promovido por D. Luís Antonio de Tagle, cura Vicario del Pilar, contra los herederos de Gerardo Pérez de la Rosa, por el derecho a unas tierras contiguas al templo.
En este diseño está demarcado un arroyo, cuya curvatura ha servido para ubicarnos años atrás. Según esta especie de mensura, el pueblo habría tenido una extensión aproximada de 400 varas por otras 400 varas, (unos 344 metros por cada lado).
La Iglesia, el único edificio demarcado importante, habría estado a unas 200 varas del arroyo (170 metros). El pueblo y a juzgar entonces por este documento, era un caserío muy reducido, con pocos hogares y escasos vecinos.
El Capitán Félix de Azara en uno de sus viajes durante el año 1784 expresa que la Capilla del Pilar “tiene alrededor unas 30 casas o ranchos”. Esta dimensión del pueblo, también es validada por los argumentos que los pilarenses llevaban a las autoridades del Cabildo para convencerlos del traslado del pueblo: “…desde la construcción de la Parroquia, solo hay unas pocas casas armadas con horcones de madera y techos de paja”.
Si extrapolamos estos datos sobre una imagen del barrio actual, notaremos que aún hoy existen vestigios indudables de este poblamiento, ya que el cementerio contiguo a la Capilla primitiva está preservado y ubicable a la precisión. Ese dato nos permite ubicar específicamente a la Capilla ya que el cementerio estaba ubicado como en este caso, al costado.
Asimismo, la delimitación de las calles, por ejemplo, coincide su mayoría con la predisposición de las casitas del Pilar Viejo. Más aún, la donación de la “cuadra en cuadro” que hiciera María Cabezas es visible si lo miramos desde una altura apropiada.
Por último y según fue constatado, en el año 1865 la señora Francisca Navarro de Navarro compró a la Municipalidad de Pilar la quinta “la Virgen” como se conocía en aquel momento a las tierras de 3,42 hectáreas de superficie que tenía antiguamente la Capilla y cementerio.
Hacia el año 1829 dejaron de realizarse oficios religiosos en el Pilar Viejo para pasar a la nueva Parroquia Nuestra Señora del Pilar.
Otro documento que permite establecer que Pilar existe antes de 1864, año de su creación formal, es nada menos que el Tratado del Pilar. El Tratado del Pilar fue un pacto firmado el 23 de febrero de 1820, entre Manuel de Sarratea (gobernador provisorio de la Provincia de Buenos Aires) y dos de los gobernadores de la Liga Federal: Estanislao López (Provincia de Santa Fe) y Francisco Ramírez (Provincia de Entre Ríos).
Pero ¿dónde se firmó específicamente el acta en Pilar? Ante la consulta a Allindo si pudiera haber sido firmado en la Capilla, planteó que el acta “no dice que fue firmado dentro de la capilla, sino que dice fechado en la Capilla del Pilar”.
“Los historiadores dicen que, como el pueblo, toda la zona, se conocía como Capilla del Pilar, es muy posible que en el campamento que se había hecho con los victoriosos de aquel momento Entre Ríos y Santa Fe, e invitada la provincia de Buenos Aires, haya sido dentro de la zona. La profunda fe católica que había en ese momento puede ser que haya invitado firmantes, quizás no hacerlo dentro de la Capilla, pero sí en la zona, o bajo el amparo de algún buen árbol de la zona. El Tratado debe su nombre a nuestra zona, y la identificación del pueblo era la Capilla del Pilar”, nos contó.
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