La presidenta del Polo Educativo Pilar aseguró que debe haber una fuerte comunicación entre alumnos, padres y la institución con el foco puesto en la prevención y la idea de festejo sana.
El último primer día (UPD) es un ritual de festejo cada vez más arraigado entre adolescentes en nuestro país que comienzan a cursan el último año de secundario. Es ese día que, algunos adolescentes pueden incurrir en los excesos de alcohol y los disturbios por lo que, a principios de semana la Defensoría del Pueblo de Buenos Aires alertó sobre esto y emitió una guía de recomendaciones.
Más allá de esta celebración, el trabajo de prevención es básico y fundamental”
En nuestro distrito la preocupación por el UPD ha estado vigente desde hace algunos años y, en medio de los festejos que serían este domingo, desde el Polo Educativo de Pilar han dialogado con
Diario Resumen al respecto.
“Es algo relativamente nuevo, todos hemos pasado un último primer día pero las cosas han cambiado un montón. Los colegios estamos haciendo mucho esfuerzo para que el concepto sea de festejo y no de desborde”, explicó Marcela Andrade, presidenta del Polo Educativo de Pilar en diálogo con
Resumen.
Asimismo, expuso que recientemente en el Northfiel School, donde es directora, invitaron a los alumnos de sexto en el colegio junto a profesores para compartir una comida: “el segundo día de clases, vinieron a la mañana, fueron recibidos por el resto del colegio, con aplausos. Todo se dio en un clima de festejo, estuvieron acompañados por sus padres y luego, compartimos un desayuno con directivos y profesores con los chicos. Esa fue nuestra forma de celebrarlo”.
“Nosotros creemos que los colegios, junto con las familias podemos lograrlo. Si no lo hacemos juntos, es inviable. Podemos construir y transmitir este mensaje de festejo sin desborde, sin peligro. Que sea motivo de celebración, por todos. Los chicos son mirados por el resto de alumnos, son el modelo a seguir”, destacó Andrade.
Consultada por qué medidas se pueden tomar con alumnos que han consumido alcohol previo al ingreso al recinto escolar, expuso que en su caso hubo una reunión previa con las familias y los alumnos “donde marcamos cuáles eran las pautas”. “Ningún alumno que está alcoholizado entra al colegio, por eso es tan importante la presencia de los padres. Los chicos no podían venir en una situación en la que no estaban bien, no podían traer bengalas, agua, u otro elemento que afectara la integridad de otros”, añadió.
“Ellos tuvieron su festejo, con música, trajeron caramelos para compartir. Tomaron el desayuno. Esa fue la forma de celebrarlo. Tranquilos. Sí, sabemos que la noche anterior se reunieron en una casa, pero nos consta que hubo presencia de padres. Fue un festejo exitoso, ningún chico debió irse, no hubo nadie en riesgo”, relató sobre su experiencia con el UPD en este inicio de 2020.
Luego, destacó que lo más importante es la concientización constante a jóvenes y sus padres de los peligros y que no sea solo cuando llegan estas fechas. “Más allá de esta celebración, el trabajo de prevención es básico y fundamental. No podemos ceder en ese esfuerzo porque cuanto más trabajo de prevención hagamos con los chicos y las familias, cuantas más redes de contención ofrezcamos es mejor”, explicó.
“Podemos festejar, al mismo tiempo respetar a los demás y cuidarnos. Los chicos necesitan la presencia de adultos y si construimos los vínculos en comunidad, es un esfuerzo ganado en el acompañamiento que les damos. Es fundamental”, concluyó Marcela Andrade, presidenta del Polo Educativo Pilar.
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