Sandra es madre de Natalia y, hace varios años que solicita que el estado ayude a su hija internándola en un centro de rehabilitación, pero la historia de esta familia es aún más triste. Natalia, además de tener una adicción es víctima de violencia de género pero al momento, no ha sido ayudada en ninguna de las dos áreas haciendo que Sandra y su otra hija deban tomar custodia de los hijos de Natalia, tres de ellos, de su última pareja, un hombre golpeador.
“Fui al CPA de Pilar muchas veces. Hace cuatro años estoy así, ella estaba con un hombre violento, tuvo hijos con él. Le había dejado mi casa, pero por la misma droga vendieron casi todo. A ella le costó dejarlo, se pelean, los vecinos llaman a la policía, es todo un conflicto”, relató Sandra en diálogo con Diario Resumen.
La mujer contó además que recién este año logró que la justicia le diera la custodia de Martina, la hija más grande de Natalia quien nació con diversos problemas de salud: “Martina nació con epilepsia. Le decía a la asistente social que este hombre con quien estaba mi hija les pegaba, no era el papá de la nena, era un drogadicto y por eso, quería que estuviera conmigo. Este año fui a Minoridad”.
Sandra vive en Loma Hermosa, pero Natalia en el barrio William Morris de Del Viso y tuvo otros tres hijos con este hombre, uno de ellos acaba de nacer y está internado aún en el Hospital Federico Falcón. El pequeño nació un mes antes debido a una brutal golpiza que este hombre le dio a Natalia estando embarazada de ocho meses y su madre, como hace ya cuatro años, pide a gritos que alguien la ayude a salvar a su hija y a sus nietos.
“Nació el bebé, porque le pegó esa noche una patada. Nació de 8 meses, está internado por el problema de la abstinencia. A ella le dieron el alta pero Minoridad le sacó a los chicos, dos están conmigo, dos con mi otra hija. Dicen que ella tiene que buscar trabajo, recuperarse, pero no tenemos ayuda para que eso pase”, relató Sandra.
Además, contó que la pareja de su hija tiene una orden de restricción en su contra pero que no la cumple y que de hecho cuando ella fue a buscar a su hija para llevarla al CPA, el hombre apareció con un cuchillo en la vivienda, pero no fue detenido. “Él va a la noche, le lleva droga a pesar de la restricción. Necesita estar internada ella, porque o la mata la droga o la mata él”, dijo entristecida.
Sandra afirma que si la hubiesen escuchado y ayudado a tiempo, su hija no hubiese terminado con un hombre violento que exacerbaba su consumo, porque hubiese sido internada y recuperada antes y hoy podría estar con su hija pero, ahora con la pandemia le aseguran que no tienen lugar y que, al ser mayor de edad, no pueden obligarla a internarse.
Pido que la internen, quiero que intervengan porque tengo miedo que me la maten”
“La solución es internarla. Si la ayuda hubiese llegado a tiempo, las cosas serían distintas. Cuando tuvo a Martina, la ayudábamos. Después, tuvo a su otra hija con este hombre, y ella está enferma, y él si no hace lo que quiere, la mata a golpes. Hicimos denuncias, todo. Antes de él, ella estaba bien, ella había tenido ya un tratamiento y después de él, tuvo su recaída”, explicó entristecida Sandra.
Por otro lado, contó que pidió la ligadura de trompas de su hija para que no tuviese más hijos en este estado, pero le fue negado. Sandra reconoce que su hija está enferma y no intenta justificar lo que su hija ha hecho, pero pide ayuda de forma desesperada para que el Estado la ayude.
Si la ayuda hubiese llegado a tiempo, las cosas serían distintas. Hicimos denuncias, todo. Antes de él, ella estaba bien”
“Yo pido que la internen, mi hija está enferma. Quiero que intervengan porque tengo miedo que me la maten. Este chico aparece y siempre le hace algo. La última vez, le quemó toda la ropa, de ella, de los chicos, la golpea, casi la mata la última vez. La justicia no está haciendo nada, tiene una orden de restricción pero sigue apareciendo. De verdad, yo solo quiero poder internarla y que se recupere”, dijo.
“Me la paso llorando, quiero poder ayudarla más. La justicia la dejó abandonada, yo sé que ella se droga, pero necesita ayuda. Siento que la abandonaron, que nadie la ayuda. Yo la amo y veo que el Estado da la espalda, pido que me ayuden a internarla porque yo voy a estar en ese proceso que ella tenga que atravesar, pero me cerraron todas las puertas. Están esperando a que me la maten a mi hija”, cerró Sandra, angustiada.
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