- Competencia NASA
El pilarense Juan Bautista Valero Caballero, estudiante de Ingeniería Mecánica, fue seleccionado junto a otros nueve alumnos del Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA) para representar a la Argentina en la final de la competencia de satélites CanSat Competition. La gran final se realizará entre el 9 y el 12 de junio en la Universidad Virginia Tech, en los Estados Unidos.
Este concurso es organizado anualmente por la American Astronautical Society (AAS), y tiene como objetivo diseñar, construir y lanzar un satélite a escala. Además, cuenta con el auspicio de la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) y la empresa Lockheed Martin.
Desde enero, que los alumnos del ITBA vienen compitiendo y avanzando en la etapa clasificatoria, en la cual participaron más de 100 equipos junto a sus proyectos. El grupo de la universidad argentina, fue seleccionado como representante nacional.
La iniciativa es llevada a cabo por los alumnos María Candelaria Ruiz Casas, Franco Nicolás Estévez, Jorge Pedro Torres, Valero Caballero, Malena Vásquez Currie, Manuel Luque Meijide, Matías Calamaro, Tamara Raquel Canillas, Tomás Donadu y Tomislav Marko Separovic; y contaron con la coordinación de la directora del Departamento de Investigación y Doctorado del ITBA, Mariana Di Tada.
El grupo conformado por los diez alumnos, son estudiantes de las carreras de Ingeniería Mecánica, Ingeniería Electrónica, Ingeniería Informática, Ingeniería Química y Bioingeniería.
"Estamos muy contentos ya que es el resultado de un proceso que comenzó hace dos años cuando participamos por primera vez del concurso, donde, si bien llegamos a la final, por las condiciones epidemiológicas no pudimos viajar. En esta oportunidad, esperamos aprovechar esta experiencia y representar al ITBA y la Argentina de la mejor manera", destacaron los alumnos.
Los chicos y chicas, estarán compitiendo junto a otros 19 equipos de todo el mundo, y se llevará a cabo una evaluación por jueces del satélite creado y un lanzamiento utilizando cohetes provistos por la NASA.
Dicha evaluación se basa en corroborar que el satélite pueda completar el vuelo de forma satisfactoria a 700 metros de altura, desplegando dos paracaídas independientes, y transmitiendo datos en vivo a una estación de control en tierra. Para el descenso, deberá desplegar un satélite secundario a velocidad controlada.
El satélite cuenta con una estructura rígida de varillas de fibra de carbono que soportan los alojamientos para los sensores y actuadores tanto del módulo principal como del desplegable, que se encuentran impresos en 3D.
Estos componentes electrónicos (sensores de presión, temperatura, magnetómetros, entre otros) integran el sistema de control encargado de regular el descenso, el despliegue de los paracaídas y estabilizar el giro del módulo desplegado, mientras envían la información recopilada por radio a una central de operaciones instalada en tierra.
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