Alarmante radiografía de la infancia en Argentina

Un informe de la Universidad Austral revela altos niveles de violencia y desigualdad

En el Día Mundial de la Infancia, la Universidad Austral presentó un informe que expone graves vulneraciones a los derechos de niños, niñas y adolescentes en el país. El estudio revela que más de un tercio sufre castigos físicos y que las brechas educativas siguen ligadas a la pobreza, mientras crecen los casos de violencia doméstica.

En el marco del Día Mundial de la Infancia, la Universidad Austral difundió un informe que expone un panorama crítico sobre las condiciones de vida de niños, niñas y adolescentes en Argentina. Elaborado por el Observatorio del Desarrollo Humano y la Vulnerabilidad del Instituto de Ciencias para la Familia, el estudio -realizado por las investigadoras María Sol González, Victoria Bein y Lorena Bolzon- analiza cuatro dimensiones centrales para el desarrollo infantil: hábitat, educación, salud y protección frente al maltrato. Sus conclusiones revelan preocupaciones profundas y desafíos urgentes.

Uno de los datos más contundentes es que el 35,4 % de los chicos entre 1 y 14 años fue disciplinado mediante castigos físicos, una práctica que vulnera de manera directa los derechos garantizados por la Convención sobre los Derechos del Niño. Además, un 6,6 % sufrió castigo físico severo, como golpes con objetos o palizas, según cifras de la Encuesta Nacional de Niñas, Niños y Adolescentes (MICS 2019-2020), elaborada por UNICEF y SIEMPRO. El estudio también señala que más de la mitad de los niños ha padecido agresiones verbales, mientras que solo tres de cada diez reciben métodos de crianza no violentos, basados en la explicación o la orientación.

Las estadísticas más recientes confirman que la violencia sigue siendo un problema estructural y persistente. La Oficina de Violencia Doméstica (OVD) reportó que en 2024 los niños, niñas y adolescentes representaron el 30 % de las personas afectadas en casos de violencia doméstica, con una tendencia en aumento. En casi el 90 % de los casos el agresor es un familiar, y seis de cada diez víctimas sufren episodios diarios o semanales. La violencia psicológica continúa siendo la más frecuente -supera el 90 %-, seguida de la física, que afecta entre el 34 % y el 39 % de los chicos. Los más perjudicados son los niños de 6 a 10 años, mientras que entre los 15 y 17 se concentra el 28 % de las lesiones físicas constatadas.

Desde el Observatorio advierten que el maltrato infantil no solo tiene efectos inmediatos, sino que incrementa el riesgo de padecer problemas de salud mental, dificultades emocionales, cognitivas y mayor vulnerabilidad ante la ideación suicida. Frente a este escenario, el informe subraya la urgencia de avanzar hacia una legislación nacional que prohíba explícitamente el castigo físico como método de disciplina y que impulse políticas de crianza respetuosa, segura y afectiva.

El estudio también aborda la dimensión educativa. Aunque los datos muestran avances en materia de escolarización, las brechas siguen marcadas por el nivel socioeconómico. La asistencia a la escuela primaria es casi universal -98,8 % entre los 5 y 12 años-, pero sólo el 53,5 % de los niños de 3 años accede a la educación inicial. El sistema público concentra el 70 % de la matrícula, aunque exhibe los menores rendimientos en Lengua y Matemática respecto del sector privado. Las evaluaciones Aprender 2024 revelan que los estudiantes del cuartil socioeconómico más bajo presentan los peores resultados académicos, mientras que quienes ingresan desde sala de 3 muestran mejores desempeños. A esto se suma la reciente desregulación de aranceles en la educación privada, que podría generar una mayor presión sobre el sistema estatal.

El informe de la Universidad Austral concluye que las desigualdades actuales afectan directamente las oportunidades de desarrollo integral de niños, niñas y adolescentes. Ante ello, propone fortalecer las políticas públicas orientadas a garantizar entornos seguros, un acceso equitativo a la educación y estrategias efectivas para erradicar la violencia en todas sus formas.

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