El pasado mes de septiembre, la comunidad educativa del colegio Magno comenzó a vivir lo que sería un duro golpe. Se comunicó a ocho alumnos con algún tipo de discapacidad que no se renovaría su vacante por “bajar la vara” de la institución.
Aquel acto de discriminación rápidamente llegó a las autoridades, que a pesar de buscar que los dueños del colegio recapaciten y den marcha atrás, con lo único que se encontraron fue con una postura que solo iba a empeorar.
Meses más tarde, con todos los ojos sobre lo ocurrido en el Magno, se anunció que la institución cerraría sus puertas a partir del próximo año, por lo que cientos de chicos se encontraron con una difícil situación.
Sin embargo, gran parte de las familias afectadas parecen haber encontrado alivio al conseguir que sus hijos mantengan a muchos de sus compañeros en el nuevo destino, ya que el colegio Norbridge será el destino de la mayoría.
Según indicaron desde esta institución, también pilarense, ya se matriculó a 384 chicos y chicas de diferentes niveles del Magno, lo que equivale al 75 por ciento de los alumnos que se quedaron sin escuela.
Asimismo, el colegio también se encargó de contratar a una parte del personal que se había quedado sin trabajo por el cierre del otro establecimiento. Entre ellos docentes de grado, profesores, personal directivo y profesionales de otras áreas.
El Norbridge es un colegio bilingüe de doble jornada, conocido por hacer foco en alumnos de altas capacidades. Según cuenta su director y fundador, Daniel Ricart, tiene capacidad para 1.000 chicos y, con esta incorporación, la matrícula total ascenderá a 900. “Cuanto más diversa es una comunidad educativa, más rica es”, asegura. Y pone el caso de Harvard, el cual pudo vivenciar en primera persona en sus tiempos de estudiante de esa universidad, y aseguró que hace un fuerte énfasis en procurar una comunidad diversa.
“La diversidad es fundamental para nuestra escuela desde siempre. Todos vamos a aprender mucho de esta experiencia. Las grandes mentes funcionan como parte de un conjunto que está en alta tensión intelectual y creativa. Crean al enfrentar obstáculos y dificultades. Eso es, entre otras cosas, lo que aporta la diversidad en el ámbito del aprendizaje”, agregó Ricart, quien aseguró que el colegio cuenta con los recursos para hacer frente a este desafío: “Procuramos la contratación de todo el personal necesario para que todo salga 10 puntos”.
El docente cuenta que, tras el anuncio del cierre definitivo, representantes de su institución se acercaron al Magno buscando ofrecer una solución a tantas familias que a principios de noviembre se vieron ante la desesperada situación de salir a buscar un colegio que reciba a sus hijos el año próximo.
“Dado lo apremiante de los tiempos, no pudimos ser todo lo prolijos que nos hubiera gustado en materia de comunicación. Contactamos a las familias por teléfono y hasta por WhatsApp”, señaló, manifestando también la importancia del boca a boca.
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