Desde el Sindicato de Químicos de Avellaneda denunciaron que la empresa prescindió de obreros “para poder negociar". Además, señalaron que continúa el incumplimiento de conceptos del convenio de trabajo.
A finales de marzo, los empleados de la empresa de pegamentos Akapol, radicada en la localidad de Zelaya, habían cesado sus actividades en reclamo del incumplimiento de ciertos conceptos del convenio colectivo de trabajo.
En aquel entonces, la protesta pacífica por parte de los trabajadores, se encontró con la respuesta de los empleadores, que solicitaron el apoyo de Infantería para obligar a los obreros a ingresar a la fábrica y continuar con las actividades.
Luego de que el ministerio de Trabajo bonaerense dictara la conciliación obligatoria, las partes se sentaron a negociar. Sin acuerdo, la empresa volvió a echar obreros, quienes reanudaron las protestas tras el despido de 25 compañeros y ante las amenazas de más cesantías.
El representante del Sindicato de Químicos de Avellaneda, José González, expresó que “no sé con qué criterio la empresa echó a esos trabajadores”. “Es por este motivo que hoy el gremio está en la puerta de la fábrica protestando”, subrayó.
González refirió el posible uso de cámaras por parte de la empresa para determinar cuáles eran los empleados que participaron en la huelga del pasado marzo, y así poder despedirlos.
“Nos dijeron que echaban a esa gente porque era la única forma que tenían de negociar con nosotros, pero a nosotros no nos corresponde negociar con el despido de los compañeros", explicó González.
Asimismo, el gremialista supuso que podrían ser más de 25 empleados afectados por la decisión de la firma, pero que aún “no se tiene un número exacto".
Tras la polémica decisión, la empresa prohibió el ingreso a los obreros despedidos, hecho que motivó aún más el descontento en el marco de la reunión que los gremialistas tenían con los empresarios y el ministerio de Trabajo, en la que se debatía la regularización de la situación tanto salarial como laboral de los trabajadores.
En cuestión, los reclamos de los trabajadores son varios. En primer lugar, se denunció la existencia de sectores donde todos los empleaos realizaban las mismas tareas, pero se encontraban anotados en diferentes categorías laborales.
Además, se registraron inconvenientes con el ticket canasta que debe ser otorgado a todos los obreros, pero es recibido sólo por unos pocos.
En este sentido, también se criticó que la empresa contrate personal por tres meses, debido a que la situación laboral en lo categórico nunca se normaliza.
Estos problemas de régimen laboral generan que muchos empleados cobren menos a pesar de realizar las mismas labores que otros.
Finalmente, el gremio buscará terminar con estas problemáticas, que se suceden en la firma desde hace dos años, ante un panorama que parece cada vez más sombrío.
"Vamos a dejar bien en claro que no vamos a aceptar el despido de la gente por una asamblea donde se discuten reivindicaciones salariales", expresó González.
Dejar un comentario