Tras combatir la etapa más dura de la pandemia, cerró el Hospital Solidario Austral

Lo informaron a través de un comunicado. El nosocomio había sido creado para dar apoyo al sistema de salud público de Pilar. En seis meses atendió a 197 pacientes que se contagiaron con Covid-19.

Luego de seis meses de labor, combatiendo el momento más desafiante de la pandemia de coronavirus, cerró sus puertas el Hospital Solidario Austral. Se trata de un nosocomio que había sido erguido e impulsado por la Universidad Austral y el Hospital Universitario Austral, y el aporte de privados, para acompañar al sistema de salud público en el distrito.

Según indicaron en un comunicado, el objetivo era “colaborar en la atención de pacientes graves de Covid.19 durante los momentos más álgidos de esta pandemia”. Y es por eso, que ante la baja casos diarios que se viene sosteniendo en el tiempo en el distrito, se determinó el cierre del espacio.

Cabe recordar que la inauguración se había realizado el 1° de junio, con la presencia del presidente Alberto Fernández, y luego de allí, comenzó el recorrido. “Estos seis meses se recibieron 197 pacientes que representaron 2.940 días/cama de unidades críticas, con más de 300 personas trabajando activamente en el Hospital Solidario”, destacaron en el comunicado.

Y fue este miércoles, luego de que la última paciente que hizo uso de una de las 60 camas del hospital (20 de terapia intensiva) fuera dada de alta, que se llevó a cabo el cierre. Sin embargo, no fue sin antes agradecer la labor de todos los que tuvieron que ver con la gesta. “Queremos compartir con todos la alegría y la gratitud, con fundaciones, empresas, voluntarios y muchísimos vecinos y amigos que con su trabajo, aporte, apoyo y oración lo hicieron posible”, manifestaron.

Agradeciendo también “a los medios de comunicación por el interés y la difusión de su alcance y sus valores”, pero particularmente, señalaron la necesidad de “reconocer a los profesionales médicos, de enfermería, kinesiología, técnicos, estudiantes de medicina y enfermería, servicios generales, mantenimiento, gestión y logística, orientadores familiares, y todos los ciudadanos que, con un silencioso perfil, pero con profesionalismo y un inmenso altruismo se brindaron por completo a la atención de los enfermos y al cuidado de los trabajadores de la salud, para que tanto en lo material como en los espiritual puedan llevar adelante su trabajo”.

Por último, compartieron: “Durante estos seis meses nos ha inspirado y nos sigue inspirando la reflexión del Papa Francisco sobre la mejor manera de navegar estos tiempos difíciles: ‘Nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca, todos frágiles y desorientados; pero, al mismo tiempo, importantes y necesarios, todos llamados a remar juntos, todos necesitados de confortarnos mutuamente. En esta barca, estamos todos’. Gracias por compartir esta barca”.