“Es el cierre de una etapa”, aseguró el hijo de uno de los fundadores. La decisión nada tiene que ver con la actualidad económica del comercio pilarense.
Hace más de 40 años una apuesta emprendedora inició en nuestro distrito. En los ‘70, la despensa “Álvarez” abrió por primera vez sus puertas a la clientela regional. Hoy, después de un largo recorrido y de consolidarse como uno de los locales icónicos del centro sobre la calle Tucumán, el establecimiento finaliza sus servicios, quedándose en el recuerdo de los vecinos como el comercio con “el mejor fiambre de Pilar” y que estaba siempre abierto.
[blockquote footer=""]“Sin duda tiene mucho valor sentimental este cierre, mis hermanos y yo prácticamente nos criamos adentro”[/blockquote]
Nada tiene que ver con la situación económica o con problemas financieros, pues, su popularidad lo mantuvo alejado en todo momento de inconvenientes monetarios. Se trata del “cierre de una etapa”, tal como lo índico a
Resumen uno de los responsables de la despensa familiar, Juan Manuel Álvarez y como coincidió su padre Norberto.
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DOS GENERACIONES. Juan Manuel y su tío José Alvarez compartieron gratos momentos en el negocio familiar.[/caption]
“Sin duda tiene mucho valor sentimental este cierre, mis hermanos y yo prácticamente nos criamos adentro. La decisión fue la correcta pero si tiene valor sentimental”, expresó conmovido Juan Manuel. Explicó que su padre, uno de los fundadores, atravesó recientemente problemas de salud, y en estos momentos buscan para su progenitor la “tranquilidad y que pueda disfrutar de su sacrificio junto con nuestra madre”.
Son tres los hijos de Norberto: Leandro (quinesiólogo), Juan Manuel (contador) y Fernanda (licenciada en publicidad).
Juan Manuel acotó otro de los motivos que los llevó a bajar las persianas: “José, hermano de mi papá, murió hace seis años de cáncer y mis hermanos y yo actualmente estamos dedicados cada uno a nuestros laburos personales. Por este motivo se nos complica mantener la despensa. Es momento de cerrar el ciclo”.
La historia
Según relato Juan Manuel, en 1972 su papá Norberto finalizó su participación en el servicio militar y estuvo a cargo de la fiambrería y rotisería –de donde salían exquisitos pollos al espiedo, tal como lo recuerda Norberto- del supermercado Martínez (en Pedro Lagrave y Víctor Vergani). Luego tuvo la idea de emprender un negocio. Fue así como arrancó con un almacén más pequeño en la misma cuadra de Tucumán pero uno metros más adelante del edificio actual. A los meses, su tío José se acopló a la idea de su padre y juntos alquilaron el local, espacio que tiempo después terminaron comprando.
[blockquote footer=""]“Se nos complica mantener la despensa. Es momento de cerrar el ciclo”[/blockquote]
“Desde entonces trabajamos 46 años ininterrumpidos”, agregó Juan Manuel. Vale resaltar que esta despensa se caracterizó por atender clientes hasta las 12 de la noche, así como también los días feriados, motivos que lo convirtieron en el puesto favorito para los vecinos.
El establecimiento de ahora en adelante será alquilado, y su destino ya parece decidido. Aunque previamente los chinos mostraron interés en hacerse con el local, según pudo conocer
Resumen, próximamente abrirá una tienda de ropa.
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