En el corazón del partido de Pilar surgió una iniciativa pionera que combina la protección del medio ambiente con la inclusión social. La cooperativa Tecnológica de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos(RAEE), creada a través del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) funciona en conjunto con la Subsecretaría de Ambiente de Pilar y se dedica al reciclaje y reacondicionamiento de residuos electrónicos, brindando una oportunidad laboral a personas en situación de vulnerabilidad, muchas de ellas con antecedentes penales o bajo arresto domiciliario.
En este contexto, la cooperativa realizará mañana a las 10 una donación de 50 computadoras para instituciones y socios comunitarios del Municipio de Pilar, se podrán retirar en su planta ubicada en Costa Rica 4261.
El desempleo y la exclusión afectan gravemente a aquellos que han pasado por el sistema penitenciario, iniciativas como Tecno RAE ofrecen una luz de esperanza, demostrando que es posible reintegrarse a la sociedad y contribuir de manera positiva.
Es la primera cooperativa con planta de refuncionalización de RAEEs habilitada en la provincia, y fueron ejemplo de modelo para otras 18 plantas que están en funcionamiento. En TecnoRAEE, los residuos electrónicos son recolectados, restaurados o reciclados. Los equipos que pueden ser refuncionalizados son donados a instituciones locales de Pilar, en un proceso que se repite cuatro veces al año.
“Este ciclo comienza con el retiro de equipos a través de camiones que enviamos desde la cooperativa. Desde allí, se lleva a cabo un detallado registro de trazabilidad donde explicamos que se hizo con cada equipo, si los reacondicionamos, si separamos sus partes más importantes o, en caso de no poder ser reutilizado, los reciclamos de acuerdo con las normativas ambientales, asegurando un manejo responsable de los residuos”, explicó Gonzalo Pérez, uno de los fundadores y actual presidente de la cooperativa.
Tecno RAEE no solo apuesta por el cuidado del ambiente, sino que tiene un fuerte componente social. La cooperativa ofrece oportunidades laborales a personas que salen de prisión, muchas de las cuales enfrentan enormes dificultades para reinsertarse en el mercado laboral. Algunos de los trabajadores incluso comenzaron su formación mientras cumplían condena. Los internos reciben capacitación y, una vez en libertad, los ayudan a encontrar empleo en proyectos como este. “Esta cooperativa le da trabajo a personas que estuvieron en la cárcel, insertándolos en la sociedad”, destacó Gonzalo Pérez.
El proyecto demuestra cómo la cooperación entre el sector público y organizaciones sociales puede generar un impacto positivo tanto en el ámbito ambiental como en el social. En un contexto donde el desempleo y la exclusión afectan gravemente a aquellos que han pasado por el sistema penitenciario, iniciativas como TecnoRAEE ofrecen una luz de esperanza, demostrando que es posible reintegrarse a la sociedad y contribuir de manera positiva.
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