Miércoles 24 de Abril de 2024

Rosa Villanueva, otra abuela centenaria en Pilar


  • Viernes 04 de Abril de 2014
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El último jueves, la mujer nacida en Uruguay, madre del reconocido profesor Néstor Sito, cumplió cien años y lo festejó junto a su familia. Con lucidez envidiable, la vecina pilarense le rinde homenaje a la vida. Rosa Villanueva se convirtió en una nueva abuela centenaria de Pilar. La mujer nació el 3 de abril de 1914, en Paysandú, Uruguay, y, el último jueves, celebró un cumpleaños muy especial. Villanueva cruzó el Río Uruguay siendo beba, con su familia, a Concepción del Uruguay, en Entre Ríos. En 1953, ya casada, migró a la ciudad de Buenos Aires, para que sus dos hijos mayores fueran a la universidad. “Yo era el menor de los tres y realicé mis estudios en  la escuela Técnica Otto Krause. Se casó a los 19 años para salir de la ‘esclavitud’ de su familia –como ella misma nos relató- y fue ama de casa toda su vida. Fue madre a los 20 y 21 años, y a mí me tuvo a los 32, siendo este motivo de vergüenza para la familia, ya que en esa época, se casaban solo ‘para tener hijos’ y ser madre con una posterioridad de 10 años era considerado un hecho ‘pecaminoso’ para la sociedad en esos tiempos”, cuenta a Resumen Néstor Sito, reconocido docente pilarense. “Luego de fallecer mi padre en 1979, vivió sola hasta hace cinco años, no aceptaba ayuda de nadie, hacía sus compras, limpiaba, cocinaba. Pero ya tenía 65 años cuando rodó por las escaleras, bajando del piso tercero donde vivía y se quebró el brazo derecho. Fue muy bien atendida en el hospital de Pilar, pero  la anestesia la avejentó mucho”, recordó. “A partir de ese accidente, decidimos que debía residir en un Hogar donde pudiera recibir todas las  atenciones que necesitaba. Mi madre fue siempre una persona muy ordenada”, recuerda. “Siempre fuimos muy pobres. La mudanza a Buenos Aires para lograr el objetivo de que sus hijos estudiaran fue realmente un sacrificio familiar, pero valió la pena. Tiene un hijo médico psiquíatra, que vive en Entre Ríos; una hija socióloga, radicada desde hace 40 años en Oxford, Inglaterra; y yo, técnico químico y sociólogo”, detalla Sito. “Mi mamá creo que llegó a los 100 años por cuestiones genéticas. Sus hermanos (ella fue la menor) fallecieron a edad avanzada; mientras que mi abuela materna murió a los 90. De todas maneras creo que la alimentación sana y la vida ordenada, más la genética, fue la combinación que explicaría el secreto de su longevidad”, subraya. A pocos días de cumplir su centenario, Rosa está muy lúcida. “Siempre le hago alguna pruebita al respecto. Hoy mi mamá sigue siendo una mujer sana, solo que su estuche de vida tiene 100 años”, agrega con ironía y orgullo el profesor en ciencias sociales y  naturales. “Mi madre fue la típica mujer que se dedicó a sus hijos y a la casa; administró los pesos que mi padre ganaba, para que todos pudiéramos realizar nuestro proyecto de vida. Por eso no puedo más que estar agradecido por su abnegación”, cierra, emocionado.

Oscar Mascareño

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