Chaleco Identificatorio: Tras el primer mes de vigencia, los usuarios aceptan la nueva normativa, pero no creen que contribuya a solucionar la inseguridad. Aseguran sentirse perseguidos, y desconocen la medida en su totalidad. También apuntan a ciertas dificultades en la ejecución de las sanciones.
El pasado 14 de abril, el gobernador bonaerense Daniel Scioli oficializó una nueva ley por la que los conductores y acompañantes que circularan en motocicletas debían llevar un chaleco refractario, identificado con la patente del vehículo, además de consignar esa misma información en el casco.
La iniciativa, presentada como una nueva herramienta para combatir la inseguridad, y sobretodo el accionar de los ladrones a partir de esta clase de rodados, generó que la policía saliera a las calles a detener e informar a los usuarios acerca de la obligatoriedad y las fuertes multas para quienes no cumplieran con la ley.
Sin embargo, a un mes de la puesta en marcha, un relevamiento de Resumen con motociclistas del distrito demostró que, a priori, los usuarios aceptan la medida, pero descreen que esta mejore la seguridad, y aseguran sentirse perseguidos y estigmatizados por la Provincia.
Asimismo, un segundo análisis destiló que la mayoría de los encuestados desconoce la medida en su totalidad, lo cual genera errores de concepto que violan las normas. Asimismo, también la actitud policial generó un manto de dudas, al no operar bajo las mismas dirigencias en situaciones idénticas.
“Me parece perfecto, pero a la vez, en los noticieros veo mucha gente que no está de acuerdo por el tema de que hay gente que se lo pone, cometen un delito y por ahí escrachan a una persona que no tiene nada que ver”, señaló uno de los encuestados.
Asimismo, el motociclista agregó que está de acuerdo con que “cada motociclista lleve su identificación correspondiente, y en el momento que sea detenido presente los papeles. Puede ser algo fluo para que sea visible por el tránsito, pero después no se si estará muy bien”.
Por otra parte, otros consultados reflejaron su aceptación a la ley, pero dudaron de los efectos que esta pudiera llegar a tener.
“Estoy de acuerdo, aunque no se que beneficios tendría. Está bueno para estar más identificados, si bien tengo entendido que es solo para los acompañantes. Uso la moto para trabajar, soy de Villa Rosa pero no se donde se compra el chaleco”, señaló otro motoquero, que además desconocía al detalle la ley.
En tanto, los rechazos a la medida se hicieron sentir, pero al mismo tiempo denunciaron la pasividad de la policía en los controles, como en el caso de un conductor que fue advertido y no sancionado, como debería ocurrir.
“Estoy en contra del chaleco, porque se ponen uno con el mismo número de patente tuyo, te roban y después las consecuencias las tenés vos. Voy a tener que comprarlo porque es obligatorio, y ya me dejaron pasar una vez, pero me dijeron que las multas rondaban los mil pesos”, expresó.
Asimismo, el testimonio revela un detalle común entre la mayoría de los consultados: el hecho de que los ladrones se coloquen el chaleco luego de delinquir, con una identidad falsa, y que un inocente sea el damnificado.
“Para mí es una cagada [sic], porque el que roba se saca el chaleco y se lo pone doblando la esquina. A mi me secuestraron la moto en Astolfi por no llevarlo. Tuve que pagar una multa de 1.500 pesos porque además no tenía otros documentos”, se quejó otro motociclista.
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