Repusieron el semáforo sobre ruta 8 a la entrada de la Ciudad Deportiva de Atlético

Cuando se realizaron las obras de ensanche de la ruta 8 desde Presidente Derqui a Pilar, debieron desmontarse varios semáforos ubicados en puntos neurálgicos del trazado. Al habilitarse la obra, varios de ellos nunca fueron repuestos, tal el caso del que estaba en la entrada al country SHA, el de la calle Las Madreselvas que comunica con el Hospital Materno Infantil Nuestra Señora del Pilar y el ubicado sobre el ingreso a la Ciudad Deportiva del Club Atlético Pilar.

Una sucesión de graves accidentes, y múltiples reclamos de vecinos y damnificados justificaron que el Municipio reinstalara en marzo de 2021 el de la calle Las Madreselvas.

Desde ese mismo momento, los directivos del Club Atlético Pilar y del Instituto Educativo Ataliva Blanco que funcionan en el predio de la Ciudad Deportiva comenzaron a reclamar que se repusiera también el que estaba en el lugar, por cierto muy transitado, no solamente por automovilistas, sino por gran cantidad de alumnos, padres y docentes que concurren habitualmente al colegio, sobre todo en los horarios más complicados que son los de entrada y salida del establecimiento educativo.

Hace un mes aproximadamente, el tema ganó las principales noticias locales en los medios de difusión dado a la cantidad de accidentes viales que se estaban dando en ese punto conflictivo, en los horarios pico descriptos anteriormente. Finalmente, el Municipio tomó cartas en el asunto y un equipo de técnicos comenzó a trabajar ayer temprano en la instalación de un semáforo de dos vías, que finalmente quedo habilitado en las últimas horas de la tarde.

“Es increíble cómo se notó el cambio en el ordenamiento vehicular desde que comenzó a funcionar –comentó a Resumen Rubén Almang, representante legal del instituto-, la comunidad educativa del colegio está sumamente agradecida al Municipio por haber cumplido con un pedido tan necesario. Por cosas del destino no tuvimos que lamentar en todo este tiempo algún accidente grave en el lugar, pero siempre estuvimos angustiados de que ocurriera”.

“Solo era ver las complicaciones de los autos y transportes escolares al querer ingresar o salir del predio, o los chicos cruzando corriendo de la mano de sus padres para tomar un colectivo del lado contrario de la ruta, para temer lo peor. Por suerte a partir de ahora todos vamos a estar más tranquilos”, finalizó aliviado Almang.