En los últimos días han recrudecido los reclamos a través de redes sociales de usuarios pilarenses que transitan habitualmente o en forma esporádica la Autopista Pilar-Pergamino (Ruta 8), específicamente en tramos que van desde Pilar Viejo (bajada El Panchito) a San Antonio de Areco.

Precisamente en la bajada de El Panchito comienza la concesión de la prestadora Corredores Viales, justo donde termina el Acceso Norte de la Panamericana.

Un vecino de Pilar al respecto consigna que "no hay luces desde antes de llegar a Fátima y Manzanares y pastizales que vemos en gran parte del recorrido". En cuanto a la cuestión vial propiamente dicha, el denunciante recuerda que "el puente peatonal de Fátima, derribado por un camión tardó un año en reponerse, en un trabajo que fue realizado en tan solo ocho horas; mientras que el puente peatonal de Solís, esta sin reparar desde hace dos años. Pero lo que más preocupa a los automovilistas y transportistas son los grandes baches pasando el peaje en dirección a Areco".

En cuanto a la falta de iluminación desde tiempo inmemorial en el sector del Río Luján, hay que tener en cuenta que al peligro para los conductores en horario nocturno hay que sumarle el agravante en este sentido los días de lluvia o niebla, en este caso muy comunes en la zona.

El preocupado vecino agrega que "las rutas concesionadas deberían ser inspeccionadas por la autoridad estatal de competencia y obligar a que las concesionarias dejen levantadas las barreras de los peajes, hasta que la ruta esté en condiciones de transitabilidad ".

Agregamos como dato anexo la morosidad en las tareas de mantenimiento a la que están obligadas las concesionarias, la reposición del cartel que indica la bajada a Manzanares y Parque Industrial, que hace meses está tumbado y que a la fecha, todavía no ha sido reparado, tapado por los yuyos en plena banquina de la autovía.