Jueves 25 de Abril de 2024

A puro aguante, Fénix volvió a sumar


  • Martes 21 de Octubre de 2014
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En la cancha de Villa Dálmine de Campana (donde hizo las veces de local), el Cuervo igualó 1-1 ante Chacarita y cortó una racha de seis derrotas al hilo. Bordacahar adelantó al Funebrero, pero empató Rivero. Hoy, a las 15:30, el Albinegro visita a Almirante Brown. Y un día, Fénix dejó de perder. Con mucho esfuerzo, el Cuervo logró un valioso empate frente a Chacarita, uno de los equipos que pelea arriba en la Zona A del Torneo de Transición de la Primera B Metropolitana. Por la 16° fecha del certamen, en la cancha de Villa Dálmine de Campana (donde hizo las veces de local por decisión dirigencial), el Albinegro igualó 1-1 frente al Funebrero y dejó atrás una racha de seis derrotas consecutivas. A pesar de quedar en desventaja rápido, el equipo de Juan Vita logró reaccionar en el inicio del segundo tiempo y mostró actitud para emparejar un partido que, a priori, no tenía equivalencias. Con diez jugadores durante casi todo el segundo tiempo, Fénix terminó aguantando y hasta tuvo chances para ganarlo de contraataque. Así, estiró su “paternidad” sobre Chacarita, que nunca pudo vencer al conjunto pilarense: de cuatro partidos, el Cuervo ganó tres y empataron uno. Ahora, Fénix tendrá otro duro escollo: esta tarde, desde las 15:30, visitará a Almirante Brown en Isidro Casanova, con arbitraje de Eduardo Gutiérrez. El juego En el inicio, el Cuervo trató de tomar el protagonismo en el juego y casi sorprende de entrada. A los 2 minutos, Tomás Romero capturó un rebote en la puerta del área y sacó un potente zurdazo que obligó a la intervención de Agustín Rossi. Sin embargo, en el primer avance serio, Chacarita facturó: Facundo Melivilo le ganó –como toda la tarde- a Emiliano Ronconi y envió el centro para el anticipo de Cristian Bordacahar. Con facilidades por las bandas, la visita se mostró más peligroso. A los 17 minutos, Emanuel Morales se filtró por izquierda en el área y quedó mano a mano con Mariano Mittelman, pero definió desviado. Con el correr de los minutos, el Tricolor aflojó pero a Fénix le costó mucho generar peligro. Y en el final, el Funebrero tuvo situaciones para aumentar la diferencia. A los 39 minutos, Damián Manso remató de tiro libre, pero Mittelman contuvo en dos tiempos. A los 42, Matías Rosso le ganó la espalda a Emiliano Gómez y definió cruzado desviado. Y a los 45, otra vez el volante diestro se filtró por el centro y, cara a cara con el arquero, definió ancho. El Funebrero perdonó en la primera mitad y Fénix salió con otra actitud al segundo tiempo. Más decidido, el Cuervo avisó a los 4 minutos, cuando Juan Tissera cabeceó un gran centro de Romero y su tiro se fue al lado del palo izquierdo de Rossi. Un minuto después, Romero –de buena segunda parte- le ganó por izquierda a Gonzalo Rocaniere y envió un gran centro para la “palomita” de Rivero, que anticipó a todos. Con el empate, el Albinegro se envalentonó y parecía pelearle de igual a igual el juego a Chacarita. Pero a los 8 minutos, Gómez cometió una mano infantil y se ganó la segunda amarilla. Con diez hombres, Fénix retrocedió y apostó al contraataque. Por esa vía, a los 15 minutos, tuvo una chance clarísima: Ronconi habilitó a Gonzalo Gil que se nubló en la definición y chocó con Rossi. A pesar de que lo buscó con mucha gente, Chacarita nunca encontró precisión para vulnerar a la defensa local. Y a los 37, casi lo gana el Cuervo: tras recibir una falta en la puerta del área luego de una gran maniobra individual, Ronconi lanzó el tiro libre y estrelló el remate en el palo. Por último, a los 50, Fabián González pifió el rechazo y “habilitó” a Melivilo que, solo por izquierda, remató muy desviado para alivio de los hombres de Fénix, que celebraron un punto para cortar la sangría. Un pequeño motivo para sonreír en medio de tanto caos. Casi visitante A pesar de la prohibición de público visitante que rige en el fútbol argentino, simpatizantes de Chacarita se acercaron a Campana y compartieron –casi en igualdad de número- la platea con los hinchas de Fénix. Hubo paz a pesar de la falla organizativa.

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