Viernes 18 de Octubre de 2024

Pilar a través del tiempo: entendiendo de dónde venimos

Desde sus humildes inicios en Pilar Viejo hasta el traslado al centro actual, este recorrido nos invita a descubrir los hitos que forjaron la identidad de nuestra ciudad. A través de las inundaciones, la devoción y la lucha comunitaria, Pilar se transformó en la vibrante ciudad que conocemos hoy.


  • Sábado 12 de Octubre de 2024
Pilar Viejo

La historia de Pilar es un fascinante recorrido que revela cómo un pequeño asentamiento se transformó en la ciudad que conocemos hoy. Desde sus humildes comienzos en el siglo XVI hasta la reubicación en el siglo XIX, cada etapa de su desarrollo ha dejado una huella indeleble en la identidad de su comunidad.

En este viaje al pasado, exploraremos los hitos fundamentales que forjaron el camino hacia Pilar Centro, un lugar que no siempre fue el corazón de nuestro pueblo, pero que se ha convertido en su núcleo vital.

Es que si miramos hoy lo que denominamos centro, que también ha cambiado en los últimos años, es difícil imaginar que en algún momento nada de ello estuvo allí: ni el Paseo del Centro, ni la icónica Plaza 12 de Octubre, ni el tan esperado Teatro Gran Pilar, ni los bares o restaurantes que lo rodean.

La historia de Pilar se remonta a 1580, cuando se inició la división de tierras y los primeros pobladores se asentaron en lo que hoy conocemos como Pilar Viejo, a la altura del kilómetro 57 de la Ruta 8. Sin embargo, las inundaciones y la falta de desarrollo llevaron a la comunidad a trasladarse al centro que hoy habitamos.

Las tierras comenzaron a colonizarse en aquella época gracias a la labor de Don Juan de Garay, quien repartió terrenos entre sus seguidores. Entre los agraciados se encontraba Antonio Bermúdez, considerado el primer propietario de las tierras donde se formaría el nuevo pueblo.

El historiador Aldo Beliera señala que, desde comienzos del siglo XVIII, estas tierras pertenecieron al Capitán Gerardo Pérez, quien las adquirió por compra. Beliera detalla que el terreno tenía un frente de 1.550 varas al río Luján, y a medida que avanzaba el tiempo, se fue conformando Pilar Viejo, impulsado por el fervor religioso de María Cabezas.

La intención inicial era establecer el pueblo a orillas del río, aprovechando sus recursos hídricos, pero el desarrollo fue lento. A pesar de ello, la población comenzó a crecer, especialmente después de que en 1729 se autorizara el culto público y se creara el vice curato en 1750, que dependía de Luján.

Beliera también menciona un documento de 1799 que sitúa la Capilla y el poblado, revelando que, según los planos, Pilar era un caserío reducido con escasos hogares. A medida que la comunidad crecía, también lo hacían sus necesidades.

La lucha por el traslado del pueblo no fue sencilla. Los vecinos, liderados por Fray Francisco de Paula Castañeda, hicieron gestiones ante el gobierno para lograr este cambio. Finalmente, el 3 de junio de 1818, se aprobó el traslado a su actual ubicación debido a las constantes inundaciones en Pilar Viejo.

Así, el trazado actual de Pilar Centro comenzó en 1821, y hacia 1829 se dejaron de realizar oficios religiosos en Pilar Viejo, trasladándose a la nueva Parroquia Nuestra Señora del Pilar. Este proceso marcó un hito en la historia del pueblo, que sigue creciendo y transformándose con el paso del tiempo.

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