Funciona hace un mes en la Unión Vecinal del barrio. Son las propias madres quienes cocinan con lo que desde la entidad pueden comprar o con lo que los vecinos pueden aportar.
La situación económica en los distintos barrios pilarenses se agrava cada vez más y, muchas familias ya no llegan a fin de mes ni pueden satisfacer necesidades básicas con los escasos ingresos que aún conservan.
Este panorama social ha llevado a que la Unión Vecinal del barrio Los Cachorros, en Del Viso, iniciara un sistema de apoyo para sus vecinos otorgando alimentos dos veces a la semana.
Sin embargo, costeado por los bolsillos de los propios miembros, tampoco alcanza y cada vez son más los chicos que se acercan. Es por esto que, desde la Unión Vecinal, solicitan ayuda alimentaria a la comunidad.
“Debido a la crisis que hay, decidimos abrir el comedor en donde entregamos la vianda los lunes y jueves por la tarde. Estamos necesitando ayuda porque la mayoría de las cosas las estoy costeando con mi sueldo, con ayuda que los vecinos nos dan”, explicó en diálogo con
Diario Resumen, Juan Szelest, referente de la entidad.
Funcionando hace tan solo un mes, la cantidad de chicos que asiste se ha cuadruplicado: “arrancamos con 15 chicos, en dos semanas aumentó a 60 y estamos con ellos, que son del barrio Salas y de Los Cachorros”.
El comedor se encarga de brindarles una vianda para que puedan cenar, por lo que lo que todo alimento que pueda ser donado es bien recibido. “Algunas verdulerías nos donan frutas, donan postres. A medida que podemos, le vamos agregando más alimentos pero lo que más necesitamos son fideos, arroz, salsas, carne picada, alitas de pollo”, comentó.
Nos achicamos nosotros para que otros puedan tener algo mejor”
Un frigorífico de la zona les vende a un precio más bajo pollos y carnes y los vecinos donan lo que pueden. Cuando donan chocolatadas, leche, tortas o galletitas, también se las dan a los chicos para que tenga un postre o algo que desayunar al día siguiente.
Juan explicó por qué decidió separar dinero de su sueldo para ayudar a otros, aunque a él mismo le cuesta poder llegar a fin de mes. “Veía a los chicos jugar hasta tarde, le pregunté a sus mamás y me decían que era para entretenerlos porque si le daban merienda, no podían darle cena. Lo consulté con mi esposa, con las madres para que si yo conseguía los alimentos, ellas cocinaran”, contó.
“No es mucho lo que puedo separar, pero donde come uno, comen dos, tres o más. Comprar 5 kilos de carne más por semana, no me hará más pobre. Nos achicamos nosotros para que otros puedan tener algo mejor”, concluyó Juan Szelest.
Para realizar donaciones comunicarse con Juan al 011-15-62205644 o acercarse a Los Claveles 3484, Los Cachorros.
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