Facundo y Joaquín quedaron sin vacante por motivos que no se conocen. Su madre ha denunciado el caso hasta en el INADI pero aún no tiene respuestas. Se movilizaron frente al colegio.
A principios de noviembre, Marta Gómez denunció que sus hijos Facundo (13) y Joaquín (10), se quedarían sin vacante en un colegio católico y privado de Manuel Alberti sin ningún tipo de motivo.
El colegio María Madre Nuestra había enviado cartas documento dando aviso de que ambos niños no tendrían lugar para el ciclo lectivo del próximo año, lo que sorprendió a Marta ya que su hijo más grande tiene grandes promedios y su hijo más pequeño –que sufre epilepsia– había tenido grandes progresos.
Marta relató a
Resumen que pidió explicaciones pero que solo recibió respuestas violentas del colegio por lo que, decidió ir al INADI por discriminación, dialogar con la Jefatura de Educación y hacer todo lo posible por sus pequeños.
En la mañana del miércoles, Marta y otros padres se reunieron en la puerta del colegio para pedir que de una vez por todas, le den explicaciones. Sin embargo, nada ocurrió.
Yo reclamo los derechos de mis hijos, los están maltratando muchísimo. Le están haciendo un gran daño psicológico, están tristes, yo estoy angustiada”
“Presenté los papeles en el INADI, desde donde me dijeron que pidieron medicación con la institución pero se niegan. Fui a la Defensoría del Pueblo, a Defensa al Consumidor. Hablé con las inspectoras de Pilar, la Inspectora Regional de Zárate, todo”, explicó Marta Gómez a
Diario Resumen.
La mujer ha ido hasta La Plata y asegura tener pruebas de los hechos que denunció a este medio a principios de mes, donde expuso que el instituto violentó un acta y los maltrató: “cuando nos atendieron en Zárate, le mostré las pruebas, no sabía del acta, no sabía de la discriminación a mis hijos. Ella se comprometió a conseguirme vacantes en otro colegio pero, son todas promesas porque soluciones, no tengo”.
“Tengo todas las grabaciones de las reuniones, se escucha la violencia, los maltratos, como no tienen justificativos para dejarlos sin vacantes es porque ellos quieren, porque deciden ellos. No es justo”, dijo.
Decenas de padres, vecinos y amigos de la familia se acercaron a las puertas del colegio reclamando que no exista más discriminación y Marta aseguró que su caso, no es el único: “A muchos papás les pasó, porque sus hijos no quisieron rezar, llevaron una campera que no era. Cosas que se podían charlar pero esta gente si le molestas, te sacan”.
“Yo reclamo los derechos de mis hijos, los están maltratando muchísimo. Le están haciendo un gran daño psicológico, están tristes, yo estoy angustiada. Mi hijo más grande llega llorando, diciéndome que sus compañeros lo aíslan, que no le quieren hablar porque sus padres tienen miedo que le saquen la vacante, son cosas que genera la institución ante esta situación de discriminación. Bronca en los padres porque les dicen que solo queremos hacer lio, miedo”, cerró Marta Gómez.
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