Martes 03 de Diciembre de 2024
Día de los Enamorados

Omar Cerávolo, el polifacético maestro de ceremonias que celebra el amor

Más allá de su licenciatura en RRHH, su experiencia como coach o los largos años de radio; encontró su lugar oficiando bodas. “Siento que acá estoy trabajando en un medio feliz que me hace bien. Es un estado de felicidad pura”, aseguró.


  • Martes 14 de Febrero de 2023
Omar Cerávolo

Licenciado en Recursos Humanos, coach, conductor de radio. Son algunas de las profesiones que construyeron el camino de Omar Cerávolo, conocido en el distrito de Pilar por ser la voz detrás de “La Vuelta al Tiempo”, programa que supo cautivar a los amantes de la música de los 60’s, 70’s y 80’s, pero que además aprovechaba el espacio para hacer reflexiones y buscar mejorar la calidad de vida de sus oyentes.

Sin embargo, para encontrar a este polifacético personaje en la actualidad no debemos visitar un estudio de radio, ni los pasillos de una empresa. Hoy continúa detrás de un micrófono, pero su público lo disfruta en vivo mientras celebra el amor de una pareja.

Es que la nueva pasión de Cerávolo lo tiene como maestro de ceremonias en casamientos laicos, y en este Día de San Valentín nos cuenta un poco sobre su experiencia y la manera en que muchos siguen apostando al amor por sobre todas las cosas.

¿Cómo llegaste a esta nueva y peculiar profesión?

En el 2014 comenzaron a tomar fuerza los famosos falsos casamientos, y me llamaron para hacer de cura. Era un grupo de actores que simulaba una boda, la gente pagaba e iba a la fiesta. Era como ir a un boliche a bailar, pero con una divertida vuelta de tuerca.

En la previa los invitados se acercaban a hablar y teníamos que responder como lo haría nuestro personaje. Hacíamos una actuación con el público y ellos se enganchaban mucho. Tuvimos algunos muy grandes, con 400 o 500 personas.

Parece que había hecho muy bien el personaje, porque de ahí surgió que una pareja me pidió si podía casarlos. Entonces les aclaré que no era cura, pero que sí podía ir a dirigir la ceremonia como coach.

Así fue la primera experiencia. Hice un relevamiento de sus vidas, y terminé casándolos en una quinta en Parque Leloir.

La gente que vio el casamiento me propuso que casara a otra pareja. Después entramos en un impasse, pero al tiempo la primera pareja me comentó que tenía a unos amigos que necesitaban a alguien que los casara.

Otra vez aparecí yo, y a partir de eso me enrolé en casamientos.com.ar, una plataforma que junta proveedores para bodas, desde wedding planners hasta sonidistas y maestros de ceremonia.

Ahora cada vez tengo más. Son varios por mes, e incluso con mi labor durante 2022 me gané el Wedding Award, logrado por las opiniones que dejan las parejas que utilizaron tu servicio. Tengo las mejores puntuaciones.

¿Cómo es y por qué ha crecido esta alternativa de casamientos laicos?

Los casamientos laicos ocurren porque la mayor parte de mis clientes son parejas que ya han estado casadas y pueden volver a casarse por civil, pero no por iglesia. Entonces quieren una ceremonia que sea parecida y la realizan cuando hacen su fiesta.

También hay mucha gente que no cree demasiado en la iglesia o una pareja con diferentes religiones, entonces terminan realizando las bodas laicas.

Además es mucho más flexible a lo que las parejas quieren. Como desde la pandemia se deja entrar a pocas personas al civil, la ceremonia se hace al comienzo de la fiesta. Ahí ya hablamos de más de 100 invitados que son testigos del deseo de la novia de entrar como si fuera en la iglesia con su vestido, aunque otros prefieren entrar con sus hijos, un familiar o los novios juntos. Hay fotos de todo tipo. Es un ensamble muy lindo.

Al ser un formato nuevo y tan adaptable, ¿cuáles son los desafíos para el maestro de ceremonias?

Se debe ir aprendiendo y perdiendo los nervios. Es una situación muy emotiva y si te dejás llevar por eso la ceremonia se va al bombo. Hay que mantener la distancia suficiente, pero a la vez que la pareja te sienta cerca para lograr una relación interesante.

Al principio tuve que aprender y entender un poco como funciona esto. Porque así como hoy lo puedo explicar, al comienzo los casamientos laicos me hacían un poco de ruido y se llega a dudar de la seriedad de la ceremonia. Pero cuando uno ve con la seriedad que se lo toma la pareja eso desaparece.

Y después desde lo personal, ser coach es algo de lo que pongo a disposición para convertirme en maestro de ceremonias. En la previa hacemos un relevamiento como parte del trabajo, donde estamos una hora y media o dos charlando para saber cómo se conocieron, que piensa uno del otro. Se da en una situación cercana a la boda por lo que ellos están bastante emotivos, y hay muchas lágrimas.

Yo les hago preguntas que quizás ellos nunca se hicieron y la respuesta implica decir cosas que nunca hablaron. Les encanta escucharse y repensar el por qué se van a casar.

Pero no es lo único que sumo desde mi persona. El haber sido conductor de radio 17 años me da manejo de micrófono, y soy hombre de capacitación por lo que me puedo parar ante una multitud y no me pesa. Realmente considero que tengo ciertas características que hacen a formar un maestro de ceremonia.

¿Cómo es ese trabajo detrás de escena en la previa de la ceremonia?

La tarea principal es el relevamiento. Entrar en contacto emocional con la pareja, pero además asesorarlos con diferentes cuestiones como la música que pueden utilizar en cada momento, cómo quieren hacer la entrada y demás.

Esa charla previa es parte de las características de la ceremonia laica, donde la pareja elige lo que me quiere contar para que yo pueda compartir. También hay veces que me piden que no diga ciertas cosas.

Después todo eso también lleva a definir cómo será la ceremonia. Tenemos la entrada, cuando hablo de la historia de los novios y por qué llegan a casarse, cuando se pregunta si quieren ser marido y mujer para toda la vida, la colocación de los anillos y la finalización.

También está el momento en el que pueden decirse los votos el uno al otro o elegir un tercero que afectivamente está muy vinculado a la pareja. Y cuando se finaliza hay sueltas de globos, estallidos de pétalos blancos que le da un toque de cuentos de hadas, que es lo que el público quiere ver. Son todos momentos que emocionan a la pareja y a los invitados, y hacen al servicio de un buen maestro de ceremonias.

¿Tuviste alguna experiencia donde el trabajo se dificultó?

Hubo una pareja donde uno podía ver que se amaban profundamente, pero no se comunicaban muy bien. Habían perdido un hijo y a partir de ese momento el novio se cerró. Era un volcán de emociones, pero cualquier pregunta que le hacía le caían lágrimas y no podía contestar. La mujer lo quería interpretar en todo y explicarme que él no podía expresarse.

Cuando terminamos les dije que era la primera vez que me pasaba que no lograba sacarle nada a una de las personas, y le propuse que me escribiera por mensaje qué era lo que pensaba.

La novia por detrás me aseguró que no me iba a escribir nada, pero yo sabía en que tenía que comenzar a escribir el guion sabiendo que era lo que pensaba ella de él, pero no tenía nada sobre lo que él pensaba de ella.

A las 24 horas me llegó un WhatsApp del hombre con un texto sobre lo que pensaba de su pareja. Era descomunal lo que escribió. La mujer me habló a los dos días preguntando si su marido me había escrito. Y yo le respondí que lo había hecho, y que le iba a gustar mucho.

Después de la boda ella me agradeció porque ahora era un tipo distinto. Me dijo que había sacado del medio una piedra que era infranqueable. Es una de las cosas más interesantes que me han pasado profesionalmente.

En el Día de los Enamorados debemos preguntar ¿cuánta gente sigue apostando a casarse?

La verdad es que me sorprende la cantidad de trabajo que tengo. No podemos dejar de pensar en la Argentina de estos momentos, pero aun así la gente se decide a invertir mucho en los casamientos.

En su momento las falsas bodas aparecieron porque los salones no tenían trabajo, pero ahora los casamientos son verdaderos. Yo tuve unos 20 casamientos el año pasado y hasta abril ya tengo planificados otros siete, por lo que se va sumando una experiencia importante, sumando algunos en Del Viso, Villa Rosa y La Lonja dentro de Pilar.

Hay mucha gente que se casa, que quiere plasmar el amor que se tienen. No tiene ninguna obligación de hacerlo porque hace muchos años que viven juntos, tienen hijos, ya están muy unidos, pero quieren regalarse el casamiento oficial para celebrar el amor.

¿Te ves continuando con esta profesión o pensás que vas a volver a otra de tus facetas?

Creo que esto es una recreación de lo mío. Mi duda era qué iba a hacer cuando me jubile, y me encontré con esto que es trabajar en estado de felicidad.

El último mes de la pareja previo a casarse es absoluta ansiedad, pero también alegría, y uno está embarcado en eso. No hay ninguna duda que tu trabajo se da en ese marco de disfrute. Probablemente hay muchos que el 14 de febrero se expresan su amor, pero tampoco podemos negar que hay muchas caretas. Sin embargo, yo siento que acá estoy trabajando en un medio feliz que me hace bien. Acá es estado de felicidad pura.


Para conocer más sobre el trabajo de Omar Cerávolo, se pueden buscar sus referencias en casamientos.com.ar o a través de su cuenta de Instagram.

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