“No voy a dejar de luchar hasta que les pidan disculpas a mis hijos”

Desde octubre de 2019 la familia de dos menores lucha para lograr que la institución que, de un momento a otro les quitó las vacantes, les pida al menos disculpas. Se trata de Marta Gómez y sus hijos, Joaquín y Facundo, que repentinamente fueron echados del Instituto María Madre Nuestra, de Manuel Alberti.

Desde el primer momento Gómez aseguró que todo fue porque su hijo más pequeño (Joaquín) tuvo episodios de epilepsia que lo dejaron con algunas secuelas que durante un tiempo comprometieron su rendimiento en la escuela, aunque todo fue solucionado con terapias y profesionales de por medio.

La pelea contra la institución comenzó inmediatamente y, finalmente, tanto la Dirección de Educación de Gestión Privada (DIEGEP) como el INADI estuvieron de acuerdo en que la familia sufrió discriminación y maltrato.

Sin embargo, Marta Gómez informó que la batalla parece no haber terminado. “Me están poniendo palos en la rueda. Denuncio a DIEGEP, porque me dieron una resolución vía Zoom en octubre del 2020. Me dijeron que habían estudiado el caso, que tenían conocimiento de todo y que llegaron a la resolución de que no se ajustaba lo que hizo esta gente no solo porque no tenían fundamento, sino porque no priorizaron los derechos de los niños. Ahora DIEGEP me mandó un acta donde cambiaron lo que habíamos hablado, porque el colegio se negó a la indicación de reincorporar a mis hijos y pedir disculpas”, se quejó en diálogo con Resumen.

Asimismo, dijo que se acercó a La Plata para que DIEGEP corrigiera el acta, pero esto no ocurrió: “no quisieron, porque según ellos nuestro caso está en el Tribunal de Disciplina. Si tienen en cuenta esa acta, perjudican a mis hijos. Dice esa acta que fue una pelea de adultos que reflejó en los menores, cuando eso no fue lo que me dijeron a mí”.

Gómez continúa exigiendo que se tomen cartas en el asunto para que esto no siga pasando en los colegios. “Que el estado se involucre, porque el estado subvenciona al 100 por ciento estos colegios. Que vea que en estas instituciones se crea el bullying, donde se viola el derecho de los niños y se esconden atrás de la imagen de Dios”, planteó.

“No voy a dejar de luchar hasta que reconozcan públicamente, le pidan disculpas a mi hijo públicamente, así como lo ensuciaron, difamaron dentro de la institución, con notas, hablando con otras familias. Tengo testimonios de más de 50 familias a quienes también les vulneraron los derechos de sus hijos”, amplió y agregó “a mi hijo más grande ni siquiera le pidieron disculpas. El sufrimiento fue muy grande, lo difamaron mucho, lo hostigaron tanto”.

Con la denuncia penal encaminada, Gómez reafirmó que “no voy a dejar de luchar”. “Si esto lo hubiese agarrado a tiempo DIEGEP, quizás no hubiese pasado todo esto. Esperaron un año, presenté todos los registros. Es una lucha constante, pero no voy a bajar los brazos”, cerró.