El 11 de septiembre de 1990, la reconocida docente pilarense ya jubilada, María Laborde de Costa fue declarada por el Honorable Concejo Deliberante, mediante el Decreto 18/90 “Maestra Ilustre del Partido de Pilar”. El breve artículo 1 de la mencionada normativa lo fundamenta en el “reconocimiento de la comunidad a todos los docentes de Pilar y representando en uno de ellos la labor altruista de todos”. El diploma correspondiente se encuentra expuesto en una vitrina de la Biblioteca Popular “Bartolomé Mitre”, junto a un busto de Domingo Faustino Sarmiento, algunos libros de su colección particular y fotos de la docente y su esposo, el ex concejal radical Camilo Costa, candidato a intendente y presidente en dos oportunidades consecutivas (de 1959 a 1963) de la Cámara de Comercio de Pilar.
Asimismo, una sala de la Biblioteca (el archivo bibliográfico) fue bautizada con el nombre de la docente en 2017, con motivo del 95º aniversario del centro cultural. En 1991, la querida “Maestra Pica” (así la conocían en el ambiente docente pilarense) fue distinguida en el marco de la entrega de Premios “Destacados del Pilar”, recordadas ceremonias que organizaba Pilar Televisora Color, donde se distinguía a personalidades e instituciones locales, en este caso premiando la labor docente desarrollada en el distrito por María Laborde de Costa. El entonces comisario de Pilar, Luis Abelardo Patti, pidió entregar el galardón, ya que dijo “admirar a la maestra ilustre de Pilar”. Por entonces, la destacada vecina residía en el Hogar de Ancianos “Silvio Braschi “, donde falleció un año después (el 21 de septiembre de 1992) a causa de un problema respiratorio, agravado por su avanzada edad.
María Laborde de Costa había nacido en Pilar el 30 de enero de 1904. Sus padres eran inmigrantes vasco franceses que se habían afincado en nuestra ciudad, dedicándose al comercio. Pica era la segunda de tres hermanos, la mayor Agustina, una gran confeccionista de indumentaria a la que llamaban “Tina” y el menor Juan, que fue marino y luego se radicó en el sur del país convirtiéndose en un próspero hacendado.
Desde muy joven, María evidenció su vocación por la docencia en una época donde no había lugares cercanos para estudiar, por lo que sus padres decidieron se fuera a vivir con una tía en Capital Federal, en el barrio de Devoto donde estudió en una escuela normal, recibiéndose de maestra. De retorno a Pilar, su primer destino como docente fue como maestra de grado en la Escuela 1 “Domingo Faustino Sarmiento”, donde desarrolló gran parte de su carrera docente, llegando a ser directora.
La primera escuela pública de Pilar hacía poco que había comenzado su actividad en 1933. En esa época, los directivos de la escuela tenían residencia en el edificio del Consejo Escolar en la calle Lorenzo López, a pocas cuadras de la escuela.
“Tengo pantallazos de haberla acompañado más de una noche a encender las luces de la escuela y ver que todo estuviera en orden”, recordó a Resumen Sara Rosa Ramassa, viuda de Borghi, a quien de bebé María Laborde le había puesto el sobrenombre de “Pelusa” que le quedó para toda la vida. Los padres de Sara vivían al lado del Consejo Escolar y se hicieron muy amigos de “Pica” y de quien fuera su esposo, Camilo Costa.
Con referencia a su mote de “Pica”, Pelusa no sabe de dónde provino. “Hasta donde recuerdo, siempre la conocí con ese sobrenombre y nunca le pregunté porqué y cuándo se lo pusieron” nos refirió la viuda de Borghi.
María Laborde le tomó especial cariño a la pequeña Sarita y le inculcó su amor por la docencia. “Tanto Pica como don Camilo me querían mucho y me daban todos los gustos, recuerdo que siempre me llevaban a pasear a la Capital. Será por eso que desde hace tiempo resido en CABA y que también haya elegido la docencia como profesión que ejercí por más de 30 años en Pilar”, nos refirió.
“Pica me marcó mucho en mi elección de ser docente como ella, tenía una especial predilección por la enseñanza de los más pequeños y siempre prefirió como docente dedicarse a dar clases a los primeros años de la primaria. Era una fanática de la lectoescritura y me inculcó también esa predilección a mí. Yo estudié en el Almafuerte, donde se recibieron la mayoría de las maestras de mi época”, recordó.
Volviendo a la actividad docente de Pica, lamentablemente por motivos políticos fue cesanteada en 1949 y volvió a la docencia, recién a fines de los 50, cuando fue convocada por Norma Solana para incorporarla al plantel docente del flamante Instituto Modelo de Pilar, que abrió sus puertas en 1958. Allí la maestra Pica desarrolló una tarea docente brillante, jubilándose como directora del establecimiento educativo ubicado en el centro de la ciudad. A lo largo de su larga trayectoria en las aulas, Pica cosechó grandes amigas, la mayoría compañeras de su profesión.
Enviudó joven y nunca rehízo su vida marital. Tampoco tuvo hijos, por lo que le dedicó su instinto maternal a Pelusa, compartiendo su vida con la familia. “Pica me regaló un hermoso ramo de rosas rococó cuando me casé y es madrina de mi hija mayor Marisa, hoy reconocida contadora pública en Pilar”, nos refirió emocionada Sara.
El 5 de octubre de 1999 se promulga la Ordenanza 140/99 por la cual se impone el nombre de María Laborde de Costa a la plazoleta ubicada en el barrio Obrero, entre las calles Uruguay, Yrigoyen y Lorenzo López. “En el ineludible reconocimiento que toda la sociedad debe hacer a las personas que con su labor han contribuido a mejorar la calidad de vida de los demás y la necesidad de dejar plasmado a través del tiempo el nombre de una mujer que ha sido declarada Ciudadana Ilustre de Pilar. El nombre propuesto, es un ejemplo de dedicación, honradez, tenacidad, solidaridad y respeto”, consigna en uno de sus párrafos más salientes los considerandos.
Sin embargo, el 15 de abril de 2010, el Concejo sanciona la Ordenanza 27/10, promulgada luego por el Ejecutivo, por la cual se decide que las plazoletas “Paseo de la Federación“y “María Laborde de Costa”, se unifiquen con la denominación de “Plaza de los Niños”.
Los considerandos que avalan el proyecto se justificaron “en conocimiento del trabajo en conjunto de diferentes áreas de nuestro municipio en donde a través de la unificación de los dos predios nombrados, y tomado en cuenta las remodelaciones que están llevando a cabo, con juegos y espacios de recreación para los niños, se decide renombrar el dominio unificando las dos plazoletas, con un nombre acorde al trabajo que se está realizando actualmente”.
Con respecto a la desafectación de la imposición del nombre María Laborde de Costa a una de las plazoletas, en los mismos considerandos se consigna que “el nombre de la segunda plazoleta fue puesto en pos de enaltecer a una persona que fue declarada “Ciudadana Ilustre de Pilar”, dejando el estado actual del predio “una imagen distorsionada de esta personalidad, que fue para la sociedad de Pilar un ejemplo de dedicación, honradez, tenacidad, solidaridad y respeto”.
La reflexión es obvia: teniendo en cuenta estos atributos que reconocen la vocación docente y dedicación a los infantes en su dilatada vida docente, de la maestra ilustre de Pilar ¿no hubiera sido más coherente bautizar a esos dos espacios públicos con el nombre de “Plaza de los Niños María Laborde de Costa”?
Una calle en el linde de Pilar
Por otra parte también existe en nuestro Municipio el Decreto 1773/99, por el cual se designa a una calle de la zona delimitada por la Ruta Provincial 28, Avenida Venancio Castro, Vasco Da Gama, Crucero Belgrano, los límites con el partido de Luján y General Rodríguez, ello en la jurisdicción de la Circunscripción IV, con el nombre de María Laborde de Costa, además de otras arterias de esa zona, que llevarían nombres de destacados vecinos pilarenses, entre ellos: José Sánchez, Roaldo Barbesini, Vicente Zucca, Rodolfo Centanino, Isabel Suárez de Centanino, Angélica Marzano de Vergani, Severo Forte, el agrimensor Justiniano Lynch, los doctores Rubén Luis Arroyo y Gabriel Flavio Lanzavecchia.
Diario Resumen agradece el valioso aporte para la realización de esta evocación de la “Maestra Ilustre de Pilar” María Laborde de Costa a las siguientes personas e instituciones: Biblioteca Popular Bartolomé Mitre de Pilar, Archivo digitalizado del Honorable Concejo Deliberante de Pilar, profesoras Sonia y “Didi” Lembeye, exconcejal Gustavo Trindade, profesor Fernando D’Auria, Daniel Castro y su libro “Pilar, de Campo a Ciudad” y especialmente a la señora Sara Rosa Ramassa de Borghi, “Pelusa”. A todos, ¡Muchas Gracias por su tiempo!
Oscar Mascareño
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