Los cines Village buscan reestructurar una deuda de 1.300 millones de dólares

La empresa mexicana Cinépolis, nuevos dueños de la cadena, visibilizaron el duro golpe producto de la pandemia al sector. La situación de crisis incluye al complejo Pilar y otros ocho en el país. La industria emplea a 5.000 personas.

Al asumir la responsabilidad en octubre de 2019, la cadena mexicana de cines Cinépolis, no se imaginaba lo que podía llegar a venir, y su aventura terminó convirtiéndose en un film dramático.

Unos meses antes del principio de la pandemia, la compañía creada por el mexicano Enrique Ramírez Miguel en 1971, tomó el control del Village Pilar, y los otros ocho complejos del país: Recoleta, Caballito, Avellaneda, Merlo, Rosario, Neuquén y los dos ubicados en Mendoza.

Pero el aislamiento fue un golpe letal para los cines en todo el mundo. En principio, si los contagios no se disparan -algo poco probable en la actualidad-, los complejos podrían volver a habilitarse con un aforo muy reducido en febrero. En el mejor de los casos, se cumplirán casi 11 meses desde su cierre el 19 de marzo pasado.

La situación se hace insostenible para las empresas del sector. Tal es así que Cinépolis, cadena presente en Centroamérica, Sudamérica, Asia, España y Estados Unidos con 231 complejos; busca reestructurar créditos por más de 1.350 millones de dólares con 17 bancos, según informó BAE Negocios.

Incluso ya contrató al asesor financiero Lazard para iniciar conversaciones con BBVA, HSBC, Banco Santander y el banco de desarrollo del Gobierno mexicano, Bancomext. Parte de la deuda incluye un crédito a plazo de 382 millones de dólares con vencimiento en 2023, y otro de 200 millones que vence en 2024.

Preocupación

La situación del sector es alarmante. En Argentina, la industria emplea a 5.000 personas que tuvieron que ser suspendidas y pudieron cobrar parte de su salario a través del programa Asistencia de Emergencia al Trabajo y la Producción (ATP) otorgado por el Gobierno.

A pesar de esas ayudas, varias empresas no pudieron resistir. Unos días antes de la Navidad, una de las salas más antiguas de la ciudad de Córdoba, el complejo Cinerama inaugurado en 1960, cerró sus puertas.

En Cinemark Hoyts Argentina, la otra compañía fuerte del sector, aseguran que ya no pueden seguir asumiendo las pérdidas millonarias y confirman que hay varios cines independientes del interior que han cerrado definitivamente.