Jorge Luis Borges acuñó un pensamiento que algunos compartimos: “Siempre imaginé que el paraíso seria algún tipo de biblioteca”.
En el antiguo Egipto a las bibliotecas se las llamaba el tesoro de los remedios del alma. En virtud que curaba la ignorancia, la más peligrosa de las enfermedades y el origen de todas las demás.
Esta idea de lugar agradable y sanador, que cura diversos males que nos rigen por ignorancia, condujo en 1921, a un puñado de jóvenes pilarenses, con una visión profunda del hambre cultural de una población casi desprovista de libros, a gestar la genial idea de formar una biblioteca. Sus nombres y apellidos brillan en las actas fundacionales y en las primeras comisiones directivas del Club Unión, del Club Atlético, Sociedad Italiana, Sociedad Cosmopolita, Sociedad Española, el Club San Lorenzo, y en la Biblioteca. Ellos son: Sanguinetti, Battaglia, Bergé, Ferrarotti, Domenech, Metetiere, Irazoqui, Rossi, Rusca, Castro y Rodríguez.
El 12 de marzo de 1922, hace 99 años, abrió sus puertas la Biblioteca Popular de Pilar, en un local alquilado en 30 pesos a la señora Zoila Rojas de Rosso, ubicado en la calle San Martín y, siete años más tarde, el 3 de octubre de 1929, compraron a la señora Marcelina Castro en 800 pesos el terreno donde se erige hoy el edificio.
La primera construcción a cargo de los señores Sassella y Toppazzini se inició bajo la presidencia de Emilio Vergani y el secretario Juan Ferrá, inaugurándose el 29 de mayo de 1948, siendo el secretario Américo Vattuone. Desde el 15 de abril de 1945 tomó el nombre “Bartolomé Mitre”.
En 1951 ingresa la señora Edelma Burgueño de Lembeye y permanece 53 años trabajando de bibliotecaria, ganándose el afecto de la gente que la apoda “la señora de la biblioteca”.
Diferentes comisiones directivas fueron ampliando el edificio, que hoy cuenta con 400 metros cuadrados, cuatro baños, SUM, sala de computación, jardín, biblioteca infantojuvenil, y un software moderno y veloz de eficiente gestión bibliotecaria.
La misión de las bibliotecas populares es promover el conocimiento de la lengua escrita, incentivar la lectura, posibilitando el desarrollo personal y permanente, persiguiendo el objetivo de que las condiciones socioeconómicas adversas de la población, no sean obstáculos insalvables para la adquisición de conocimientos.
Las populares ponen en las manos de las personas el arma más poderosa: el conocimiento; contribuyendo de esta forma a la educación formal dictada en las escuelas.
En este largo camino que tardamos 99 años en recorrer, nuestra biblioteca popular ha prestado un servicio muy valioso y ha crecido acorde a las necesidades. Ofrece una bibliografía única por su variedad y número, tanto en idioma español como en inglés, francés, italiano, alemán, chino (mandarín), portugués, latín, catalán, vasco y Braille. Biblioteca temática: tango, arte, música. Hemeroteca, mapoteca, multimedia: DVD, CD, partituras, películas infantiles y de adultos.
El usuario es atendido por profesionales y tiene la posibilidad del uso gratuito de las modernas computadoras con conectividad rápida gracias a la empresa Telered y al pago de la energía que realiza el Rotary Club.
En la biblioteca se viene desarrollando el proyecto “Escribiendo juntos la historia de Pilar”, y todas las instituciones pueden participar, enviando por correo electrónico en un archivo PDF su historia: clubes, escuelas, universidades, sociedades de fomento, peñas, centros tradicionalistas, diarios, revistas, bibliotecas, y agregadas las fotografías que deseen o escaneados los documentos que tengan. El objetivo es armar entre todos la “Historia del partido de Pilar”, sin omitir a nadie. Invitamos a todas las localidades a participar.
Han sido y son muchos los colaboradores de la biblioteca, autoridades, amigos, familias y socios, por ello siempre decimos: “esta obra es de todos”. Gracias por ayudarnos a educar, a instaurar valores, disciplina, cultura del trabajo, moral, ética, responsabilidad y solidaridad. Gracias por leer.
Sonia Lembeye
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