La Reserva Natural de Pilar pidió evitar la pirotecnia

A través de un comunicado, la entidad advirtió sobre el impacto negativo de los fuegos artificiales en animales, personas con autismo y el ambiente, e invitó a repensar las celebraciones de fin de año.

En el marco de las celebraciones de fin de año, la Reserva Natural de Pilar difundió un comunicado en el que convocó a la comunidad a decirle no a la pirotecnia y a reflexionar sobre las consecuencias que genera su uso. Desde la entidad remarcaron que los fuegos artificiales no son solo un espectáculo visual, sino una práctica que provoca daños reales y profundos en distintos sectores de la sociedad y en el ambiente.

Uno de los principales puntos señalados es el impacto que el ruido provoca en los animales. Perros, gatos y aves, entre otros, experimentan niveles extremos de estrés ante los estruendos, lo que puede llevarlos al pánico, a desorientarse, huir de sus hogares o incluso lastimarse en intentos desesperados por escapar del sonido. Estas situaciones se repiten cada año y muchas veces terminan con animales perdidos o heridos.

El comunicado también pone el foco en las personas, especialmente en los niños con trastorno del espectro autista. Para ellos, los ruidos fuertes e inesperados pueden resultar dolorosos y desencadenar crisis que afectan seriamente su bienestar emocional y físico, generando un gran impacto en sus familias. En ese sentido, se remarca la importancia de construir celebraciones inclusivas, que tengan en cuenta a quienes son más vulnerables.

Otro de los aspectos destacados es la contaminación que produce la pirotecnia. Los fuegos artificiales liberan sustancias químicas tóxicas que quedan suspendidas en el aire y luego se depositan en el suelo y el agua, afectando los ecosistemas y dejando residuos peligrosos. A esto se suma que su proceso de fabricación implica riesgos para los trabajadores y un uso poco responsable de los recursos.

Desde la Reserva Natural de Pilar invitaron a repensar las formas de celebrar, apostando por alternativas que no generen daño ni sufrimiento. El mensaje apunta a promover valores como la empatía y la responsabilidad social, entendiendo que las fiestas pueden disfrutarse sin estruendos ni contaminación.

Finalmente, la entidad remarcó que la verdadera esencia de las celebraciones no está en el ruido, sino en el encuentro, el respeto y el cuidado del otro, y deseó felices fiestas a toda la comunidad, alentando a que cada persona pueda aportar a un cambio positivo.

La Reserva Natural de Pilar es un espacio protegido de casi 300 hectáreas que conserva ecosistemas clave como el Pastizal Pampeano, el Talar y el humedal del Río Luján, ofreciendo senderos gratuitos para caminatas, educación ambiental y observación de más de 60 aves y 100 plantas nativas, funcionando como un pulmón verde y sitio de recreación educativa. Nació de la recuperación de un antiguo basural, protegiendo la biodiversidad local y fomentando la conciencia ecológica con actividades como el mariposario y el Bosque de la Memoria.

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