La nueva planta de Richmond en Pilar se enfrenta a retrasos debido a la Aduana

Desde la llegada de la pandemia, Laboratorios Richmond se convirtió en una de las empresas pilarenses más relevantes, ya que fue la encargada de llevar adelante la producción de la vacuna Sputnik contra el Covid en nuestro país.

Con esa etapa culminada a partir de la finalización de aquel contrato, la nueva apuesta nace a través del acuerdo con Cansino, mediante el cual Richmond fabricará las dosis de esa vacuna. Pero para ello, es necesario finalizar la ambiciosa obra de una nueva planta en el distrito.

Se trata de una obra provista bajo la modalidad “llave en mano” por un consorcio internacional integrado por cinco empresas: CIMA Industries inc., Axiom Ingeniería S.L., Shanghai Tofflon Science & Technology Ltd., Shanghai Zhongla Quality Management & Trading Co Ltd., y Grupo Sinotek S.A.

La construcción es de más de 5.000 metros cuadrados productivos, en los que habrá dos líneas de fermentación con biorreactores de 50, 200 y 1.000 litros de capacidad; una línea de purificación con sistemas single use cromatográficos y sistemas de filtración de flujo, áreas de producción de producto terminado inyectable; áreas de soporte, sistemas farmacéuticos, depósitos y sectores de servicios como los de almacenamiento, manipulación y control de los bancos celulares.

No obstante, los trabajos enmarcados en la obra financiada por el fideicomiso Proyecto VIDA -una inversión de 85 millones de dólares- se plantearon originalmente con una fecha de inauguración que sería durante este mes de octubre, pero el laboratorio se enfrentó a contratiempos que obligaron a dos postergaciones.

En primer lugar, se estimó una demora de alrededor de 10 semanas con lo que se esperaba concluir los trabajos para diciembre de este año. Pero la segunda dilación llevó la fecha estimada de inauguración para marzo de 2023 según el auditor técnico, quien también expuso las razones.

En esa línea, los atrasos se atribuyen a “los trámites necesarios para la liberación de los equipos y maquinarias por parte de la Aduana”. Son unos 150 containers que llegaron de Alemania, España y China con lo necesario para transformar un enorme galpón de 5 mil metros cuadrados en un laboratorio farmacéutico de última generación.

Según indicaron, las máquinas están pagas y las demoras son una cuestión burocrática, y a pesar de que una pequeña parte comenzó a ser liberada, aún falta. Mientras tanto, el presidente de Richmond, Marcelo Figueiras, se encuentra en Europa donde participará entre el 1° y el 3 de noviembre de la feria de la industria farmacéutica CPHI en Frankfurt, donde su objetivo es seguir seduciendo a potenciales clientes que quieran fabricar sus fármacos en Pilar.