La Fundación Hospice del Buen Samaritano ganó el segundo premio de Abanderados

La casa funciona en Pilar desde 2009, brindando cuidado integral, profesional y compasivo a personas sin recursos que atraviesan la última etapa de una enfermedad terminal. La gala final del programa fue televisada por Canal 13 el pasado domingo. El pasado fin de semana, la Fundación Hospice del Buen Samaritano de Pilar obtuvo el segundo lugar en Abanderados, un premio anual que reconoce a aquellos argentinos que se destacan por su dedicación a los demás. Asimismo, el galardón difunde sus vidas para que su ejemplo inspire al resto de la sociedad. El ciclo es emitido por Canal 13 y la semana pasada se vivió el final de la temporada 2014 con la definición de los ganadores, entre los ocho finalistas que llegaron a la final. La decisión final del jurado se conoció en una gala especial del programa realizada en el Teatro Metropolitan City de la ciudad de Buenos Aires, alternativas que los televidentes pudieron compartir el pasado domingo por la noche. El doctor Matías Najún, titular de la fundación pilarense, recibió el premio especial  de 100 mil pesos otorgado por la Fundación Navarro Viola por el “cuidado humanizado en el final de la vida”, que lleva a cabo la institución desde el año 2009. Asimismo, la “Abanderada del Año” y ganadora del primer premio de 200 mil pesos fue Guadalupe Colque, oficial de la policía salteña de 51 años, creadora de la Fundación H.O.Pe. , que se ocupa de acompañar a chicos con cáncer, en la ciudad de Salta. “Si hoy me pregunto qué me motiva a hacer lo que hago, la respuesta sigue siendo la misma: el encuentro con el sufrimiento del otro, esté donde esté. Así, la vocación se hace misión, porque si alguien está sufriendo, no me puedo quedar con los brazos cruzados”, expresó Najún al recibir el reconocimiento. “Hoy un enfermo terminal es alguien que está relegado. Se los descuida por el miedo que genera el no saber qué hacer -explicó el premiado-. La fundación cuenta con una casa en Pilar para alojar a personas con enfermedades terminales en situación de pobreza y cuidarlos hasta el final de sus vidas. Allí no sólo reciben la atención médica adecuada, sino que encuentran un ambiente cálido y familiar para enfrentar la última etapa de sus vidas en paz y con dignidad”, concluyó. La casa de la fundación se encuentra en La Golondrina y El Colibrí, a metros de la calle El Petrel, uno de los ingresos al Parque Industrial Pilar. Su objetivo es acompañar y ayudar a enfermos terminales sin recursos para que puedan vivir ese tiempo especial con dignidad y con su dolor y síntomas aliviados. Desde su creación, más de 250 personas con enfermedades terminales han sido huéspedes del Hospice Buen Samaritano y la asociación cuenta con 132 voluntarios formados para brindar cuidado y contención.