Mariano tiene 25 años y regresó a su hogar tras dos años en rehabilitación. La mala condición de la calle le impide salir de su vivienda, sobre todo si ha llovido. Prometieron el arreglo, pero nunca ocurrió.
Mariano tiene 25 años, vive en Del Viso y está en silla de ruedas tras haber padecido una infección en la médula. Hace pocos días, logró recibir el alta del centro de rehabilitación en el que se recuperaba en San Miguel luego de casi dos años, pero ingresar nuevamente a su hogar fue un gran obstáculo.
Su casa está ubicada en la calle De Las Carreras del barrio La Loma, cuadra de tierra, sin veredas y con grandes pozos y desniveles que hacen imposible que Mariano pueda andar con su silla de ruedas.
“Él se maneja en silla de ruedas y a veces viene la ambulancia, los médicos, todos los profesionales, pero la cuadra cuando llueve es intransitable. Una de las esquinas prácticamente está bloqueada por los pozos y no se puede pasar”, explicó a Diario Resumen, Francisco Tapia, hermano de Mariano. Además, contó que el miércoles su hermano no pudo salir de su hogar porque al haber llovido el martes, la calle se había vuelto un barrial.
Según contaron, en el 2017 el intendente Nicolás Ducoté se comprometió a realizar la reparación, pero esto no ocurrió: “estaba en una recorrida y mi papá lo llamó, lo trajo a mi casa y le mostró la calle, le mostró el carnet de mi hermano, le pidió por el arreglo. Él dijo que sí, llamó a alguien delante de nosotros y nos dijo que estemos tranquilos, que estaría arreglada en unos días, pero nunca pasó nada”.
“Para mi hermano representaría un montón, él no puede salir a ningún lado porque ni las veredas están en condiciones como para que pueda salir. Tiene una sonda en la vejiga y si se le cae cruzando un pozo, hay que llevarlo de urgencia a la clínica, además de los dolores constantes que tiene. El asfalto, sería ideal”, expresó y agregó que han presentado firmas en la Municipalidad, pero no han tenido respuestas.
Su tristeza está en que, a pesar de haber tenido la palabra del Intendente, no lograron tener el asfalto que haría más fácil la vida de Mariano, que podría ir a visitar a sus amigos, a su familia o incluso a realizar mandados: “fue una falsa promesa, que nos dio bronca, porque juegan con uno y solo queremos que Mariano tenga una vida mejor y no que una calle se la impida”.
Mientras tanto, Mariano se refugia en los dibujos, que si bien comenzó previo a la enfermedad, continuó haciéndolo a pesar de todo. “Dibujó siempre y sufrió el no poder hacerlo nunca más, pero lo ayudaron en rehabilitación y él volvió a dibujar, recuperando la movilidad. La fuerza de voluntad que tiene mi hermano, es admirable. Él es un claro ejemplo de superación, nos demuestra que todo se puede lograr”, cerró Francisco.
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