Desde hace años, el barrio William Morris de Del Viso cuenta con un espacio de contención para niños, adolescentes y familias enteras. Se trata del centro comunitario “Otro Mundo”, que además de ofrecer la merienda lleva a cabo diferentes talleres de recreación.
Pero desde el comienzo de la pandemia, el rol de este lugar ubicado en las calles Santa Eulalia y Caseros, cambió para poder acompañar las necesidades que fueron surgiendo, a partir también de las colaboraciones de los propios vecinos del distrito.
“Lo que fue la emergencia alimentaria del comienzo de la pandemia, hoy para nosotros se transformó en la cotidianeidad. No dejamos de cocinar nunca, porque entendimos que con o sin pandemia, la necesidad del vecino estaba igual. Fuimos cambiando horarios, y hoy ‘Otro Mundo’ pasó a ser comedor”, señaló Estefanía Foschia, coordinadora del espacio.
Y en ese marco, sostuvo que “lunes, miércoles y viernes seguimos dando los almuerzos, y por la tarde los talleres, pensando y reorganizando las actividades para traer a más chicos, para que estén acá adentro y no en la calle”.
Dentro de las actividades, puso particular énfasis en una. “Estamos muy enfocados en el taller de murga que hace tres meses estamos llevando a cabo. Es increíble como se sumaron papás, mamás, vecinos, y tenemos también mucha gente grande. El 18 de diciembre se hizo la presentación oficial y había más de 100 personas mirando. Además, a fin de año recibimos un subsidio del ministro de Cultura, fuimos una de las 300 instituciones elegidas en todo el país. Con eso vamos a hacer los trajes y vamos a comprar instrumentos para este año, que si sale todo bien vamos a presentarnos en el próximo carnaval de Pilar”, destacó Foschia.
En tanto, sostuvo que “con la nueva ola del Covid estamos teniendo recaudos en cuanto a las actividades, con menos cantidad de chicos en los horarios, pero se van a seguir sosteniendo”. Y lanzó: “La comida es necesaria, pero también es la excusa para llegar a los chicos y a toda la familia, porque el año pasado empezamos con la alfabetización de abuelos. Venían a buscar la comida, vimos la demanda y lo implementamos. También con las mamás, que están haciendo un taller de costura para hacer los trajes de la murga, y vamos a hacer uno de bordado y estampado, para que también sea una salida laboral para esas mujeres”.
Finalmente, aseguró que por el momento no se necesitan donaciones porque “los vecinos nunca dejaron de ayudar, pero sí vamos a pedir voluntarios, porque necesitamos a todos aquellos que se quieran sumar a las actividades y talleres”.
Dejar un comentario